La guerrilla integrista asalta un cuartel del Ejército al sur de Argel y mata a 18 soldados

La guerrilla integrista asaltó el pasado día 22 un cuartel del Ejército a unos 200 kilómetros al sur de Argel, y mató a 18 soldados, según una nota de la Gendarmería Nacional distribuida ayer por la agencia oficial. Tras el atentado se ha efectuado una gran operación policial, en la que han muerto 23 miembros del comando. Es el choque más sangriento entre policía y guerrilla desde que el 11 de enero de 1992 se interrumpiera el proceso electoral.

En el asalto a este cuartel, situado en la localidad de Bugezul, participó un comando formado por 35 guerrilleros integristas, apoya...

La guerrilla integrista asaltó el pasado día 22 un cuartel del Ejército a unos 200 kilómetros al sur de Argel, y mató a 18 soldados, según una nota de la Gendarmería Nacional distribuida ayer por la agencia oficial. Tras el atentado se ha efectuado una gran operación policial, en la que han muerto 23 miembros del comando. Es el choque más sangriento entre policía y guerrilla desde que el 11 de enero de 1992 se interrumpiera el proceso electoral.

En el asalto a este cuartel, situado en la localidad de Bugezul, participó un comando formado por 35 guerrilleros integristas, apoyados a su vez por cuatro militares de la guarnición, dos de los cuales eran suboficiales, y otros dos, soldados de remplazo, según afirma la nota de la Gendarmería.En la operación fue abatido el jefe del grupo terrorista, llama Faisal, hijo de un harki -soldado indígena al servicio del Ejercito francés en la época colonial-, quien fue detenido ya en 1992 y se encontraba en posesión de un pasaporte francés, y que al parecer era conocido por sus habituales desplazamientos entre Argelia y varios países orientales.

La operación de asalto al cuartel se inició poco antes de las siete de la tarde, coinciendo con la ruptura del ayuno, cuando uno de los suboficiales cómplices hizo entrar en el recinto a un grupo de seis guerrilleros, asegurando que se trataba de soldados de paso.

Una vez en el interior del local, los asaltantes se disfrazaron con ropas militares y procedieron al asesinato de seis centinelas, incluidos el oficial de guardia y su adjunto. Esta primera parte de la operación culminó con la entrada en el cuartel de un camión a bordo del cual viajaban los otros miembros del comando, conducidos por dos cómplices.

Se inició de esta manera una minuciosa operación, en la que se continuó abatiendo a los soldados de remplazo, a los suboficiales y se destruyeron los aparatos de transmisión. A continuación, los asaltantes se dirigieron al depósito de armas, con intención de saquearlo, pero, según se desprende de: la nota, esta fase de la acción fue abortada por la actitud firme de uno de los soldados de guardia, quien disparó sobre los asaltantes.

Antes de emprender la huida, afirma la nota oficial, los guerrilleros integristas llevaron a término una sanguinaria matanza, abatiendo fríamente a 10 militares e hiriendo a otros 12, que anteriormente fueron sorprendidos cuando iban a romper el ayuno. La fuga se llevó a término en un camión y otras dos camionetas, que les esperaban en el exterior. Se iniciaba así una importante operación policial, en la que participaron también aviones de reconocimiento, que lograron encontrar a parte del comando tres días después del asalto.

En fecha no precisada continuaron los enfrentamientos y la localización de los miembros de la guerrilla integrista, abatiendo un total de 23 fundamentalistas. Algunos de los asaltantes trataron de refugiarse en la capital, Argel, viajando en transporte público; otros fueron localizados en los controles de la carretera.

Sigue la persecución

Las operaciones policiales prosiguen con intensidad, mientras la Gendarmería desmiente con rotundidad las especulaciones y rumores sobre otras posibles acciones terroristas efectuadas en otros cuarteles del país. En total, desde que entró en vigor la ley antiterrorista, las fuerzas de seguridad han abatido 211 integristas, sin contar los 23 responsables del ataque al cuartel. En la actualidad se busca a 1.100 terroristas que se encuentran huidos, mientras que unos 3.800 permanecen detenidos.El asalto al cuartel del Ejército se produjo pocas horas después de que millares de ciudadanos salieran a la calle, en diferentes ciudades del país, para reclamar el fin del terrorismo y expresaran una enérgica respuesta al integrismo.

El asalto a este cuartel ha venido siendo silenciado por las autoridades, en un acto de serenidad y firmeza y en un intento de lograr localizar a los asaltantes y a sus cómplices. Pero este silencio, a su vez, desencadenó una oleada de rumores que encontraron eco en algunos periódicos y medios de difusión internacionales.