El fracaso informático y las dudas sobre Maastricht oscurecen el futuro de la Bolsa de Londres

La Bolsa de Londres parece: condenada a decaer. Las dudas británicas frente a la ratificación del Tratado de Maastricht y, ahora, el fiasco del sistema informático Taurus (un mecanismo de compraventa de acciones sin papel que ha costado 75.000 millones de pesetas y que ha sido descartado por resultar inservible) son interpretados por políticos y prensa como problemas graves para el mayor centro financiero de Europa. Dentro de la Bolsa, sin embargo, no se percibe ningún pesimismo. Al contrario: los indicadores son cada vez más positivos y se da por acabada la recesión.. El primer ministro britá...

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La Bolsa de Londres parece: condenada a decaer. Las dudas británicas frente a la ratificación del Tratado de Maastricht y, ahora, el fiasco del sistema informático Taurus (un mecanismo de compraventa de acciones sin papel que ha costado 75.000 millones de pesetas y que ha sido descartado por resultar inservible) son interpretados por políticos y prensa como problemas graves para el mayor centro financiero de Europa. Dentro de la Bolsa, sin embargo, no se percibe ningún pesimismo. Al contrario: los indicadores son cada vez más positivos y se da por acabada la recesión.. El primer ministro británico, John Major, se queja constantemente de que Ios mercaderes de pesimismo" (buena parte de la clase política y casi toda la prensa) se obstinan en "resaltar lo negativo". Para muchos de los operadores bursátiles londinenses, el primer ministro tiene razón. La reacción de los medios informativos ante el fracaso del sistema Taurus ha sido "exagerada, como viene siendo habitual", dijo un portavoz de la Bolsa. El diario económico Financial Times afirmaba ayer en un titular que "la confianza de la City se ha visto sacudida por la decisión de abandonar el proyecto Taurus".

El fiasco ha sido grande. Taurus debía consistir en un mecanismo de compraventa de acciones totalmente informatizado, sin papel, y su puesta en marcha estaba prevista para este mismo año. El sistema, en el que unas 150 instituciones de la City habían invertido unos 75.000 millones de pesetas, comportaba la ventaja de suprimir el presente recargo fiscal del 0,5% en todas las transacciones. Taurus fue descartado el jueves. El director ejecutivo de la Bolsa de Londres, Peter Rawlins, dimitió tras anunciar que el dinero invertido "puede darse por perdido".

El fracaso de Taurus sirvió para reforzar la nube de pesimismo que, supuestamente, envuelve a la City. El retraso y la incertidumbre en la ratificación de Maastricht cuestan billones de pesetas al núcleo financiero británico, según estimaciones de la propia City, y se amontonan las declaraciones políticas y empresariales sobre la pérdida de poder de Londres frente a los centros financieros emergentes en Europa, París y Francfort.

El pesimismo, sin embargo, no se corresponde con los datos. Desde agosto del año pasado hasta ahora, el índice FT de la Bolsa de Londres ha subido un 25%, y los analistas coinciden en predecir que la tendencia alcista se mantendrá a lo largo de este año.

Londres sigue recogiendo el 90% de las transacciones internacionales europeas y la inversión extranjera ha crecido desde el miércoles negro de septiembre, cuando la libra se vio forzada a abandonar el SME e inició un proceso devaluatorio que ronda ya el 25%.

"No creo que el fiasco de Taurus vaya a perjudicarnos, aunque hoy, precisamente, la Bolsa esté bajando, porque el mecanismo tradicional sigue funcionando muy bien", señaló ayer a este periódico Francisco Alfaro, operador bursátil de la firma Barclays de Zoete Wedd. "El índice FT sube regularmente y está en máximos históricos, todas las ampliaciones de capital se han cubierto bien desde la devaluación, y las empresas británicas están incrementando sus exportaciones de forma casi salvaje gracias a la depreciación de la moneda", añadió.

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