Bajas y a esperar

El mercado está parado y el índice se ha situado en Barcelona en la cómoda cuota de 185 puntos. Un nivel que parece fácil que se mantenga hasta que se produzcan novedades monetarias y éstas afecten a los tipos de interés.Hasta las elecciones francesas de final de mes, el horno no está para bollos. A las turbulencias monetarias se están uniendo cada vez con más fuerza incógnitas de tipo político. La división dentro de los conservadores británicos con el potente grupo de diputados euroescépticos ha vuelto a demostrar que el camino hacia Maastricht puede no acabar en 1997, como todo el mun...

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El mercado está parado y el índice se ha situado en Barcelona en la cómoda cuota de 185 puntos. Un nivel que parece fácil que se mantenga hasta que se produzcan novedades monetarias y éstas afecten a los tipos de interés.Hasta las elecciones francesas de final de mes, el horno no está para bollos. A las turbulencias monetarias se están uniendo cada vez con más fuerza incógnitas de tipo político. La división dentro de los conservadores británicos con el potente grupo de diputados euroescépticos ha vuelto a demostrar que el camino hacia Maastricht puede no acabar en 1997, como todo el mundo esperaba hasta hace poco más de un año.

En esta situación, los mercados al contado esperan novedades y se abstienen de asumir riesgos. Sin embargo, los mercados de futuros y opciones están asistiendo a un fuerte aumento de la contratación por el deseo de los operadores de cubrirse de las incertidumbres y también por la excesiva facilidad de otros para especular a la primera oportunidad que surge.

Tras la subida de la víspera, la jornada se saldó con bajas en la Bolsa de Barcelona en la mayoría de los sectores, fundamentalmente en las empresas de cementos y servicios.

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