El Ayuntamiento cree que puede evacuar a un herido del Rastro en tres minutos

Un herido en plena Ribera de Curtidores -la calle mayor del Rastro- puede estar en tres minutos en un camilla de la casa de socorro más cercana, en la plaza de Vara del Rey. Así se comprobó a las diez de la mañana de ayer en un simulacro de emergencia. Sin embargo, a la una de la tarde, cuando 250.000 personas deambulan por el mercado callejero, nadie se atreve a calcular cuánto tiempo va a tardar una evacuación.

"Ojo, que se nos va a hacer tarde y se va a llenar esto de gente", advertía ayer un bombero mientras el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Carlos López Collado, ...

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Un herido en plena Ribera de Curtidores -la calle mayor del Rastro- puede estar en tres minutos en un camilla de la casa de socorro más cercana, en la plaza de Vara del Rey. Así se comprobó a las diez de la mañana de ayer en un simulacro de emergencia. Sin embargo, a la una de la tarde, cuando 250.000 personas deambulan por el mercado callejero, nadie se atreve a calcular cuánto tiempo va a tardar una evacuación.

"Ojo, que se nos va a hacer tarde y se va a llenar esto de gente", advertía ayer un bombero mientras el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Carlos López Collado, daba las últimas instrucciones a los participantes de la evacuación.En la esquina de la calle de San Millán con la plaza de Cascorro un responsable municipal dio la última recomendación: "No pongáis la sirena a tope que a lo mejor algún abuelo se asusta". A las 10. 15 arrancó la caravana de emergencia del Rastro: coches patrulla, ambulancias del SAMUR (Servicio de Ambulancias Municipales de Urgencias), vehículos de los bomberos. Ribera de Curtidores abajo, un cámara de Antena 3 hacía equilibrios sobre el camión autobomba de los bomberos. Otros periodistas seguían desde la cabina el simulacro de evacuación.

En medio de continuos frenazos, la caravana municipal sorteó los tenderetes. Algunos soportes de los toldos rozaron el vehículo de los bomberos. Mientras, los paseantes más madrugadores -los que prefieren curiosear sin apreturas- se resguardaban en el interior de los puestos. Y los vendedores vigilaban para evitar los robos durante la aglomeración. Sólo un joven minusválido se asustó cuando la rueda del camión ole los bomberos pasó a unos centímetros de su silla de ruedas.

Pasillo de seguridad

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"Se ha respetado el pasillo de seguridad", aseguró Carlos López Collado en la Ronda de Toledo, frontera del mercado callejero. Los vehículos municipales emplearon 2.10 minutos en abrirse paso a través de la Ribera de Curtidores. Para completar el ejercicio de emergencia, una ambulancia del SAMUR se dirigió hasta la casa de socorro más cercana, en la plaza de Vara del Rey, en un minuto y medio, y regresó de nuevo a la Ronda de Toledo, aproximadamente en el mismo tiempo.

"Ahora habrá que pensar en estudiar las evacuaciones desde las calles más pequeñas, donde se pueden presentar más dificultades", adelantó López Collado. El Ayuntamiento desplegó ayer 100 agentes de la Policía Municipal en el Rastro, la mitad de loson en el simulacro de evacuación. Los domingos y festivos estos 100 agentes controlarán el tráfico y la seguridad en la zona y comprobarán que los 3.000 vendedores ambulantes cumplen las ordenanzas municipales. Como media, por cada puesto se paga una tasa de 1.000 pesetas por día de ocupación de la vía pública.

El concejal socialista Ginés Meléndez ha solicitado que se prohiba la instalación de puestos frente a los escaparates de las tiendas.

El edil denunció la situación de los tenderetes en Mira el Sol, Mira el Río Alta y Mira el Río Baja, y reclamó que una parte de ellos sean trasladados a otras calles más despejadas. "En las calles adyacentes a la Ribera de Curtidores es imposible la evacuación en caso de emergencia", señaló Ginés a la agencia Efe.

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