Alemania aprueba nuevos impuestos sobre la gasolina y el uso de autopistas

, La gasolina será gravada en Alemania con un impuesto especial de 13 pfenings (10 pesetas) por litro a partir de 1994 y el Gobierno de Bonn parece decidido a instaurar un impuesto especial por el uso de la red de autopistas que podría funcionar al estilo suizo, esto es, a través de la compra obligada de una pegatina anual. Este peaje sería aplicable no sólo a los extranjeros, como se había dicho en una primera fase, sino a todos los vehículos. Actualmente, el precio de la más barata de las gasolinas, la normal sin plomo, está en torno a las 100 pesetas.

Ambos impuestos estarían...

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, La gasolina será gravada en Alemania con un impuesto especial de 13 pfenings (10 pesetas) por litro a partir de 1994 y el Gobierno de Bonn parece decidido a instaurar un impuesto especial por el uso de la red de autopistas que podría funcionar al estilo suizo, esto es, a través de la compra obligada de una pegatina anual. Este peaje sería aplicable no sólo a los extranjeros, como se había dicho en una primera fase, sino a todos los vehículos. Actualmente, el precio de la más barata de las gasolinas, la normal sin plomo, está en torno a las 100 pesetas.

Ambos impuestos estarían destinados a la reforma del sistema ferroviario alemán, que no sólo sufre los problemas derivados de la unificación y la absorción por el Bundesbank de la anticuada Reiclisbahn de la ex RDA, sino también de la falta de modernización de la propia red de la antigua parte occidental del país. Según el ministro de Cancillería, el democristiano Friederich Bohl, ambos impuestos deberían suponer en 1994 unas entradas en las arcas del Estado. por valor de 8.000 millones de marcos (más de medio billón de pesetas).

La aplicación de un sistema de peaje, extremadamente impopular y que está siendo duramente criticado, tanto por la oposición como por las asociaciones de automovilistas, forma parte del proyecto de privatización de la red de autopistas, uno de los signos de identidad de este país, en las que no hay límite de velocidad. Bonn, sin embargo, se queja de que sus compañías de transporte y sus ciudadanos se ven obligados a pagar los peajes cuando circulan por Francia, Italia o España, mientras que los extranjeros disfrutan gratis de la infraestructura alemana.

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