Gali fracasa en su intento de implicar a Japón en las operaciones de la ONU

Japón, con 600 soldados en el contingente de Naciones Unidas destacado en Camboya, ha comunicado al secretario general de la ONU, Butros Gali, su negativa a participar en otras misiones de los cascos azules que requieran el envío de tropas. Gali, que ayer abandonó Tokio después de una visita de cinco días, intentó sin éxito comprometer una mayor contribución del Gobierno de Kiichi Miyazawa.

El secretario general de la ONU citó Mozambique como un escenario adecuado a las características de las Fuerzas de Autodefensa. La Constitución japonesa, redactada en 1946 al dictado de Estados Unido...

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Japón, con 600 soldados en el contingente de Naciones Unidas destacado en Camboya, ha comunicado al secretario general de la ONU, Butros Gali, su negativa a participar en otras misiones de los cascos azules que requieran el envío de tropas. Gali, que ayer abandonó Tokio después de una visita de cinco días, intentó sin éxito comprometer una mayor contribución del Gobierno de Kiichi Miyazawa.

El secretario general de la ONU citó Mozambique como un escenario adecuado a las características de las Fuerzas de Autodefensa. La Constitución japonesa, redactada en 1946 al dictado de Estados Unidos, establece la renuncia al empleo de la fuerza militar en la solución de disputas internacionales.Butros Gali apuntó en varias intervenciones su apoyo a la entrada de Japón en el Consejo de Seguridad, pero insistió en la conveniencia de que este país participe con tropas en los diferentes destacamentos de los cascos azules desplegados en Africa y América Latina. "Las fuerzas de la ONU deben estar presentes en tantos países como sea posible para evitar críticas de parcialidad en el tratamiento de los conflictos", manifestó.

Kiichi Miyazawa, quien contrariamente a su ministro de Exteriores, Michio Watanabe, no desea abrir un debate sobre revisión del texto constitucional, afirmó que la capacidad del Ejecutivo en la toma de decisiones sobre este espinoso asunto es limitada. El envío de 600 especialistas a Camboya fue aprobado por el Parlamento con carácter excepcional y después de varios años de debate. El primer ministro recordó a Gali que la autorización legislativa para el despacho de un batallón de zapadores fue difícil y polémica. "Debemos evitar nuevos enfrentamientos", señaló.

Por su parte, el canciller federal alemán, Helmut Kohl, que llega a Tokio la próxima semana para intentar abrir el mercado nipón a las exportaciones germanas, apoyó también el ingreso de Japón en el Consejo de Seguridad.

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