Un dirigente del PP propone amnistiar a quienes denuncien corruptelas
Jaime Ignacio del Burgo, miembro de la junta directiva nacional del PP, se declaró ayer partidario de una amnistía a los empresarios que hagan públicas las comisiones ilegales que han pagado para obtener contratos de la Administración, así como sus destinatarios. Del Burgo propone que la denuncia de corruptelas se haga a cambio de que los denunciantes no sean procesados.
Un portavoz del PP afirmó ayer que las afirmaciones de Del Burgo eran a título puramente personal y que el partido se sentía totalmente desvinculado de las mismas.
El dirigente popular pidió, a título persona...
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Jaime Ignacio del Burgo, miembro de la junta directiva nacional del PP, se declaró ayer partidario de una amnistía a los empresarios que hagan públicas las comisiones ilegales que han pagado para obtener contratos de la Administración, así como sus destinatarios. Del Burgo propone que la denuncia de corruptelas se haga a cambio de que los denunciantes no sean procesados.
Un portavoz del PP afirmó ayer que las afirmaciones de Del Burgo eran a título puramente personal y que el partido se sentía totalmente desvinculado de las mismas.
El dirigente popular pidió, a título personal aunque en una conferencia de prensa convocada para presentar una proposición de ley del PP, que Felipe González especifique la entidad bancaria a la que ha recurrido para financiar la construcción de su chalé en Pozuelo (Madrid), el tipo de interés y los plazos de amortización del préstamo.
Tras opinar que España llevaba camino de sufrir la corrupción como Italia, Del Burgo defendió una amnistía para los empresarios españoles. "Evidentemente, aquí ha habido algunos intentos de tapar la corrupción y de hacer borrón y cuenta nueva. Pero yo creo", agregó, que "el borrón y cuenta nueva habría que hacerlo con los empresarios, que, tal vez para sobrevivir como empresarios, han tenido que hacer ese tipo de actuaciones, que, lógicamente, los implican en un delito".
"Esto de la corrupción", añadió, "se puede convertir en un bumerán para vendettas políticas, que no es lo adecuado. (...) En el momento en que los empresarios hicieran un sindicato de no pagar, pase lo que pase, ningún tipo de comisión, no cabe duda de que habríamos dado un gran paso".