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Agnes Heller nació en Budapest en 1929. Gran parte de su familia murió en campos de concentración. Discípula favorita del filósofo Georg Lukács y participante en la revolución húngara de 1956, es la representante más prolífica de la escuela marxista de Budapest.Su disidencia con el partido comunista de Hungría le supuso ser apartada de la docencia y la investigación en su país, que abandonó en 1977. Se estableció en Australia como profesora de Sociología en la Universidad de Trobe y posteriormente marchó a Estados Unidos, a la New School of Social Research de Nueva York, donde también enseña s...

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Agnes Heller nació en Budapest en 1929. Gran parte de su familia murió en campos de concentración. Discípula favorita del filósofo Georg Lukács y participante en la revolución húngara de 1956, es la representante más prolífica de la escuela marxista de Budapest.Su disidencia con el partido comunista de Hungría le supuso ser apartada de la docencia y la investigación en su país, que abandonó en 1977. Se estableció en Australia como profesora de Sociología en la Universidad de Trobe y posteriormente marchó a Estados Unidos, a la New School of Social Research de Nueva York, donde también enseña su marido, el filósofo Ferenç Feher. Con él, Heller escribió recientemente Anatomía de la nueva izquierda occidental, y con él prepara nuevas "reflexiones sobre la posmodernidad". También anda ocupada en "la filosofía de las emociones" y en escritos sobre bíopolítica.

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Heller pasa ahora la mitad del año en Hungría. La hija rebelde ya es bienvenida en casa. Menuda, vital, de gesto decidido, Heller se entusiasma cuando habla de "lo que queda por hacer en los países del Este". "Quiero participar en el nuevo perfil político de Hungría, en el cambio social y en las instituciones que van a propiciar, ese cambio".

"Ni mi marido ni yo somos políticos, pero a través de los artículos que publiquemos en los periódicos y de nuestra presencia en distintas organizaciones podremos influir en el desarrollo de la sociedad húngara".

Otra tarea de Heller y Feher es la reorganización de la Universidad. "Hace falta una mejora en la calidad de la enseñanza, sobre todo en lo que respecta a humanidades y ciencias sociales. Se necesita sangre fresca en las corrientes de pensamiento".

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