Una etapa de enfrentamiento con el Gobierno

Seis años como presidente de la Conferencia Episcopal y un balance que, si bien puede presentar activos a los ojos de Roma y de la Nunciatura Apostólica en España, tiene un fuerte. pasivo para numerosos analistas. "Supongo que los prelados captan la desilusión que a clérigos y fieles cercanos nos produce el camino cansino de la Conferencia, que lleva trazas de convertirse en un órgano burocrático frío, frigidísmo", escribe el sacerdote, historiador y periodista José María Javierre."Urge que actúen colegialmente y que se sientan responsables colegialmente. No tiene sentido una Conferencia Episc...

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Seis años como presidente de la Conferencia Episcopal y un balance que, si bien puede presentar activos a los ojos de Roma y de la Nunciatura Apostólica en España, tiene un fuerte. pasivo para numerosos analistas. "Supongo que los prelados captan la desilusión que a clérigos y fieles cercanos nos produce el camino cansino de la Conferencia, que lleva trazas de convertirse en un órgano burocrático frío, frigidísmo", escribe el sacerdote, historiador y periodista José María Javierre."Urge que actúen colegialmente y que se sientan responsables colegialmente. No tiene sentido una Conferencia Episcopal si al final queda toda decisión asumida por una presidencia y una secretaría general que además pueden diluirse en un perfecto estado gaseoso. La consecuencia es que decisiones trascendentales son tomadas por personas de segundo rango. A no ser que lo que se pretenda, precisamente, sea que no funcione la Conferencia", afirma en otro escrito Juan María Laboa, profesor de la Universidad de Comillas, publicado en la revista XX Siglos.

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Seis años sin ver a Felipe González

Un estado gaseoso que no ha permitido avanzar en las negociaciones con el Gobierno en asuntos como la asignación tributaria (el llamado impuesto religioso). Parte de la culpa es atribuible al Gobierno, asegura un obispo, pero también existe el problema de la cúpula episcopal, que prefiere el protagonismo de las grandes entrevistas a la preparación y resolución de los temas por los técnicos.La comisión mixta, integrada por ministros y por la cúpula episcopal, no se ha reunido desde hace: siete años. Suquía, en cuya etapa ha habido fuertes enfrentamientos con el Gobierno, tampoco ha conseguido reunirse con Felipe González. El presidente del Gobierno recibió por última vez a Suquía en julio 1987, cinco meses después de que el cardenal accediera a la presidencia del episcopado.

El diagnóstico de Javierre y Laboa es compartido por un buen número de analistas. Durante el sexenio de Suquía, caracterizado por duros enfrentamientos con el Gobierno, sólo se ha producido un gran documento: La verdad os hará libres -sobre la moralidad en la sociedad española-, aparecido en noviembre de 1990.

Un documento, además, cuya gestación atribuyen muchos a la última etapa de Fernando Sebastián como secretario general. En el terreno eclesial, el plan pastoral correspondiente al trienio 1990-1993 fue presentado a finales de 1990.

Suquía dejará la presidencia sin haber presentado a los obispos el plan pastoral correspondiente a 1993-1996.

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