Imprescindibles e insustituibles

Existen 13 vitaminas diferentes y se dividen en dos grandes grupos, según sean solubles en grasas (liposolubles) o en agua (hidrosolubles). En el primero se encuentran las vitaminas A o retinol, D, E o tocoferol y K. En el segundo están las vitaminas B1 o tiamina, B2 o riboflavina, B6 o piridoxina, B12 o clan ocobalamina, niaciana, ácido pantoténico, biotina, C o ácido ascórbico y ácido fólico.

Las vitaminas son compuestos orgánicos procedentes de los alimentos naturales. Son esenciales para los precisos básicos de la vida, como el crecimiento, la conversión de los alimentos en ener...

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Existen 13 vitaminas diferentes y se dividen en dos grandes grupos, según sean solubles en grasas (liposolubles) o en agua (hidrosolubles). En el primero se encuentran las vitaminas A o retinol, D, E o tocoferol y K. En el segundo están las vitaminas B1 o tiamina, B2 o riboflavina, B6 o piridoxina, B12 o clan ocobalamina, niaciana, ácido pantoténico, biotina, C o ácido ascórbico y ácido fólico.

Las vitaminas son compuestos orgánicos procedentes de los alimentos naturales. Son esenciales para los precisos básicos de la vida, como el crecimiento, la conversión de los alimentos en energía y el mantenimiento del equilibrio nutricional. Su función es imprescindible como reguladores de todos los procesos metabólicos.

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"La vitamina A, además de hallarse en estado puro en algunos alimentos, se encuentra en estado de precursor en los carotenos de los vegetales y se transforma en vitamina en forma natural al pasar al organismo. La vitamina D, también en forma natural en ciertos alimentos de origen animal, se encuentra como precursor en la piel y se convierte en vitamina con la exposición a los rayos solares", explica Basilio Moreno, jefe clínico de endocrinología del hospital Gregorio Marañón, de Madrid.

Las vitaminas están implicadas en la protección de la vista, la piel, los huesos, la sangre y el sistema circulatorio, las mucosas, los órganos digestivos y en las defensas ante las infecciones, entre otras funciones.

"El raquitismo, el beriberi, la pelagra y el escorbuto", recuerda Moreno, "son las enfermedades más características debidas a carencias vitamínicas severas, que ya no se conocen en los países desarrollados. Sin embargo, todavía se siguen viendo en África y en algunas otras zonas subdesarrolladas por las graves carencias nutricionales".

A la hora de cocinar y servir a la mesa los alimentos naturales es muy importante tener en cuenta un aspecto: las vitaminas son sensibles a la luz, el calor, el aire y la humedad, y por tanto, se degradan ante estos elementos. Por ello es aconsejable evitar largos periodos de almacenamiento de los alimentos y drásticos procesos en su preparación. "No debemos olvidar", recuerda Moreno, "que las judías verdes que han sobrado en la comida y guardamos para la cena pierden todas sus vitaminas, aunque conservan las proteínas".

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