400.000 sudaneses, amenazados por una epidemia de leishmaniosis sin precedentes
Unas 40.000 personas han muerto en el sur de Sudán víctimas de la leishmaniosis, en una epidemia sin precedentes, informó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS). 400.000 sudaneses podrían estar amenazados. Los datos apuntan a que la enfermedad se extiende a otras zonas.
La leishmaniosis visceral -también conocida como kala azar- es transmitida por un insecto, el flebótomo o mosca de las arenas, y causa anemia aguda, pérdida de peso, fiebre y afecciones hepáticas. También India -donde según datos de la OMS en 1991 murieron de la enfermedad 75.000 personas-, Bang...
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Unas 40.000 personas han muerto en el sur de Sudán víctimas de la leishmaniosis, en una epidemia sin precedentes, informó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS). 400.000 sudaneses podrían estar amenazados. Los datos apuntan a que la enfermedad se extiende a otras zonas.
La leishmaniosis visceral -también conocida como kala azar- es transmitida por un insecto, el flebótomo o mosca de las arenas, y causa anemia aguda, pérdida de peso, fiebre y afecciones hepáticas. También India -donde según datos de la OMS en 1991 murieron de la enfermedad 75.000 personas-, Bangladesh y Nepal están afectados, con 400.000 nuevos casos al año.,
El tratamiento, sin embargo, podría ser asequible: consiste en una inyección diaria durante un mes, lo que significa un gasto de unas 1.000 pesetas por enfermo. La OMS hizo ayer un llamamiento a la comunidad internacional para recaudar 100 millones de pesetas para sufragar una campaña urgente de tratamiento. "El coste es barato", declaró ayer a Reuter el doctor Robert Walgate, especialista de la OMS en enfermedades tropicales, pero la logística es ardua".
Sudán arrastra una larga guerra entre el gobierno ultraislamista y grupos laicos que a su vez luchan entre sí. El hambre y las epidemias diezman a la población, y hay cientos de miles de refugiados sudaneses en los países limítrofes, especialmente en Kenya, que se ha declarado dispuesta a expulsar al medio millón de refugiados de Sudán, Etiopía y Somalía que alberga.