ESPACIO

Los cosmonautas rusos que desplegarán un espejo espacial se acercan a la 'Mir'

Determinadas zonas de la Tierra podrán ser iluminadas de noche por la luz del Sol si tiene éxito un experimento con un espejo espacial que harán los cosmonautas rusos Guennadi Manakov y Alexander Polischuk, que partieron ayer hacia la estación espacial Mir.

Los cosmonautas, que despegaron ayer en la nave Soyuz TM-16, que se acoplará mañana martes con la estación orbital Mir, serán los encargados de desplegar la carga Estandarte, un disco de 40 kilos de peso y 20 metros de diámetro de plástico recubierto de aluminio, que captará los rayos solares para dirigirlos hacia e...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Determinadas zonas de la Tierra podrán ser iluminadas de noche por la luz del Sol si tiene éxito un experimento con un espejo espacial que harán los cosmonautas rusos Guennadi Manakov y Alexander Polischuk, que partieron ayer hacia la estación espacial Mir.

Los cosmonautas, que despegaron ayer en la nave Soyuz TM-16, que se acoplará mañana martes con la estación orbital Mir, serán los encargados de desplegar la carga Estandarte, un disco de 40 kilos de peso y 20 metros de diámetro de plástico recubierto de aluminio, que captará los rayos solares para dirigirlos hacia el punto deseado.El experimento, que se iniciará a principios de febrero, durará menos de una semana y comprobará la viabilidad de iluminar lugares de la tierra con luz equivalente a la de 50 lunas llenas. Los científicos que participan en el proyecto consideran que, en un futuro, los espejos orbitales serán empleados para alumbrar zonas de cultivo.

Esta tecnología espacial puede revertir también en beneficio de los habitantes de las zonas polares -donde la mayor parte del año reina la oscuridad- y como fuente de energía de las naves espaciales.

El Estandarte iluminará una superficie de cinco kilómetros cuadrados. Desde la Tierra, el artilugio espacial parecerá una estrella. El objetivo de los promotores del diseño es llegar en un futuro a cubrir de luz una superficie de 100 kilómetros cuadrados.

El espejo, mientras de vueltas a la Tierra a una altura de 360 kilómetros, girará sobre su eje. Su mantenimiento en órbita será breve. Los científicos prevén que a los pocos días entre en la atmósfera y se desintegre. En la Mir se encuentran desde el pasado 27 de julio Anatoli Soloviov y Serguéi Avdeyev.

Archivado En