Los españoles reconocen que su vida está regida por los medios de comunicación

Los españoles reconocen que sus opiniones, su estilo de vida, hábitos de consumo y moda están regidos por los medios de comunicación, que también imponen los nuevos héroes y líderes, según los datos recogidos el pasado diciembre por el Centro de Investigaciones sobre la Realidad Social (CIRES). Un 95% de los hogares poseen televisor, mientras que el 9% no tiene ningún libro. Más de dos terceras partes de los españoles opinan que la televisión es responsable de que cada vez se hable menos en la familia.

Los españoles consideran que los medios de comunicación social ejercen una tremen...

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Los españoles reconocen que sus opiniones, su estilo de vida, hábitos de consumo y moda están regidos por los medios de comunicación, que también imponen los nuevos héroes y líderes, según los datos recogidos el pasado diciembre por el Centro de Investigaciones sobre la Realidad Social (CIRES). Un 95% de los hogares poseen televisor, mientras que el 9% no tiene ningún libro. Más de dos terceras partes de los españoles opinan que la televisión es responsable de que cada vez se hable menos en la familia.

Los españoles consideran que los medios de comunicación social ejercen una tremenda influencia sobre sus vidas, ideas y creencias y que, incluso, imponen los nuevos líderes y héroes. La televisión (66%) y la radio (60%) son los medios que más poder ejercen en el estado de opinión.La radio es el medio que más influye en la clase media, a diferencia de la televisión que ejerce igual influencia entre la clases medía y baja. Entre los jóvenes de 18 a 29 años un 81% reconoce que lo que ve en televisión afecta su vida diaria.

Solamente un tercio de los entrevistados cree en la independencia de los periodistas cuando escriben, en contra de la inmensa mayoría, que desconfía de ellos. Aunque los españoles reconocen la influencia de los medios de comunicación en su comportamiento, no creen que esos medios ayuden a controlar la moralidad en la vida pública.

Más de dos terceras partes de los españoles opinan que la televisión es responsable de que cada vez se hable menos en la familia, y que la televisión, el vídeo y los videojuegos están volviendo a las nuevas generaciones más incultas e introvertidas.

No obstante, esa misma proporción de españoles considera que la actual diversidad de medios de comunicación social hace más abierta nuestra forma de pensar.

Según la encuesta del CIRES, los españoles admiten los efectos positivos y negativos de esos medios sobre la sociedad actual. Por un lado, admiten que los medios de comunicación audiovisual han aumentado la solidaridad en el mundo, pero consideran que no mantienen el debido respeto a la intimidad de las personas.

La televisión manda

La televisión sigue siendo la reina de los hogares españoles, pues más del 95% posee televisor en color y radio. Un 9% de los hogares no tiene ningún libro y un 41% posee entre uno y 50 volúmenes.En lo que respecta a tecnología audiovisual, las casas españolas están bien equipadas: un tercio posee dos o más televisores; dos tercios, mando a distancia; más de la mitad tiene tocadiscos y vídeo; un 20% tiene reproductor de disco compacto; más de un 10% tiene videojuegos y ordenador personal; más del 5% posee decodificador de Canal Plus y vídeocamara, y entre el 1 y el 3% de los españoles tiene antena parabólica, videotexto, modem y telefax.

La audiencia de los medios audiovisuales es notablemente mayor que la de los escritos. Un 96% de los españoles de 18 y más años ve asiduamente la televisión, un 67% escucha la radio, un 49% lee diarios, un 39% lee revistas y sólo un 14% lee libros. Mientras se dedican entre 125 y 118 minutos diarios a escuchar la radio o ver televisión, sólo se dedican unos 45 minutos a leer la prensa.

Un 68% de los españoles mayores de 18 años no fue nunca al cine durante 1992 y un 80% no asistió al teatro, la ópera o los conciertos.

La investigación de CIRES, con la asesoría de Manuel Martín Serrano y Blanca García-Món, se llevó a cabo mediante encuestas personales a 1.200 hombres y mujeres de 18 y más años, en todo el Estado español, del 1 al 5 de diciembre de 1992.

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