La bajada de los tipos de interés en Alemania depende ya sólo de la inflación

La esperada reducción de los tipos de interés en Alemania depende, casi exclusivamente, de que descienda la inflación en los primeros meses de este año. El renovado optimismo del Gobierno sobre las negociaciones entre todos los interlocutores sociales para sacar adelante el llamado pacto de solidaridad parece indicar que la otra condición que esperaba el Bundesbank (banco central alemán) para bajar el precio del dinero a corto plazo está a punto de cumplirse. Dos miembros de su directorio se pronunciaron ayer en este sentido.Hans Tietmeyer, vicepresidente del Bundesbank, indicó que el 3,7...

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La esperada reducción de los tipos de interés en Alemania depende, casi exclusivamente, de que descienda la inflación en los primeros meses de este año. El renovado optimismo del Gobierno sobre las negociaciones entre todos los interlocutores sociales para sacar adelante el llamado pacto de solidaridad parece indicar que la otra condición que esperaba el Bundesbank (banco central alemán) para bajar el precio del dinero a corto plazo está a punto de cumplirse. Dos miembros de su directorio se pronunciaron ayer en este sentido.Hans Tietmeyer, vicepresidente del Bundesbank, indicó que el 3,7% de inflación con que finalizó 1992 es "una cifra que está muy por encima de lo que nosotros creemos aceptable a largo plazo", y añadió que la meta se sitúa en torno a un 2%. Los expertos consideran que la subida, desde el pasado primero de enero, de un punto en el IVA llevará probablemente a la inflación de enero a superar largamente el 4%.

Por su parte, Helmut Hesse, presidente del Landesbank de Baja Sajonia, Bremen y Sajonia-Anhalt, y como tal miembro del directorio del Bundesbank, indicó en unas declaraciones a la agencia Reuter que "no hay duda de que en 1993 vamos a tener tipos de interés más bajos. El problema es sólo bajo qué condiciones, cuándo y en qué cuantía". Para Hesse, todo depende de tres factores: el valor exterior del marco los acuerdos salariales de 1993 y la reducción del déficit presupuestario.

Los dos últimos factores parecen haber entrado últimamente en vías de solución. Según el portavoz del Gobierno, Dieter Vogel, se han hecho "enormes progresos" en torno al "pacto de solidaridad", el largamente esperado acuerdo entre el Gobierno, la oposición, la patronal y los sindicatos para redistribuir los cada vez mayores costes del proceso de unificación. Si el optimismo gubernamental es compartido por el SPD y los dos interlocutores sociales, se conseguirán importantes cortes en el sector público y una moderación salarial en los convenios.

Tyll Necker, presidente de la Federación de Industrias Alemanas (BDI), sin embargo, indicaba ayer que hasta la fecha no podía hablarse ni de acuerdo salarial, especialmente en los convenios en la ex RDA, ni de compromiso del Gobierno para reducir el gasto público. Necker, pese a todo, añadía que Kohl le había comunicado su intención de cerrar el pacto de solidaridad antes de fin de mes.

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