El Papá condena "la violencia programada" que arrasa Bosnia

Mientras los cañones no cesaron de disparar ni el día de Navidad, en la atormentada Bosma-Herzegovina, Juan Pablo II ha dirigido al mundo su mensaje navideño urbi et orbe de paz y esperanza, no exento de pesimismo, contra "el odio y la violencia programada e inhurnana" que arrasa esa región de los Balcanes.El Papa ha recordado de modo especial, al final de la misa oficiada la mañana de Navidad en la basílica dd San Pedro, a los niños de Sarajevo y Banja Luka y a las poblaciones de Bosnia-Herzegovina, una región que el año pasado por estas mismas fechas, saboreaba su recién estrenada lib...

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Mientras los cañones no cesaron de disparar ni el día de Navidad, en la atormentada Bosma-Herzegovina, Juan Pablo II ha dirigido al mundo su mensaje navideño urbi et orbe de paz y esperanza, no exento de pesimismo, contra "el odio y la violencia programada e inhurnana" que arrasa esa región de los Balcanes.El Papa ha recordado de modo especial, al final de la misa oficiada la mañana de Navidad en la basílica dd San Pedro, a los niños de Sarajevo y Banja Luka y a las poblaciones de Bosnia-Herzegovina, una región que el año pasado por estas mismas fechas, saboreaba su recién estrenada libertad.

La inutilidad de los esfuerzos de la política internacional para conjurar la guerra en Bosnia, se vio reflejada en las palabras que la otra noche pronunció Juan Pablo Il en la misa del Gallo, durante la que se lamentó de "lo difícil que es para el mundo asegurar la paz cuando falta la buena voluntad".

Los "responsables del destino de los pueblos" son interpelados por el mensaje pontificio, que les advierte que "la solidaridad es la vía maestra para la justicia y la paz".

El Papa, además, se ha congratulado con el futuro lisonjero que se abre a Somalia, gracias a la intervención militar para garantizar la ayuda humanitaria, apoyada en su día por la Santa Sede, y ha hablado de odio y violencia refiriéndose sólo a los enfrentamientos entre palestinos e israelíes, sin ninguna alusión, esta vez, a fenónemos reaparecidos este último año tales como la xenofobia y el racismo.

Antes de felicitar al mundo en 54 lenguas, entre ellas las americanas guaraní, quechua y maya, "con motivo del V Centenario de la evangelización", Carlos Wojtyla recordó la cita ecuménica, que él mismo ha convocado, para los próximos días 9 y 10 de enero, en Asís.

Como la famosa y polémica jornada de octubre de 1986, en la misma patria de san Francisco, este segundo encuentro tendrá como objetivo fundamental la oración por la paz, especialmente en Bosnia-Herzegovina y en las repúblicas ex soviéticas donde no cesa la guerra.

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