Rusia Democrática comienza su tercer congreso en un ambiente de crisis

Rusia Democrática (RD), el movimiento que en 1990 llevó a Yeltsin a la presidencia de la república, comenzó ayer su tercer congreso en un clima de crisis política, motivado por la caída de Yegor Gaidar y el nombramiento de Víktor Chernomirdin como primer ministro. Las opiniones están divididas en RD sobre cómo calificar lo sucedido: como una traición o como un paso obligado por parte Yeltsin.

Los miembros de RD escucharon ayer los discursos de numerosos pesos pesados de la política nacional: Guennadi Búrbulis, el ex cerebro de Yeltsin, sacrificado durante el reciente C...

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Rusia Democrática (RD), el movimiento que en 1990 llevó a Yeltsin a la presidencia de la república, comenzó ayer su tercer congreso en un clima de crisis política, motivado por la caída de Yegor Gaidar y el nombramiento de Víktor Chernomirdin como primer ministro. Las opiniones están divididas en RD sobre cómo calificar lo sucedido: como una traición o como un paso obligado por parte Yeltsin.

Los miembros de RD escucharon ayer los discursos de numerosos pesos pesados de la política nacional: Guennadi Búrbulis, el ex cerebro de Yeltsin, sacrificado durante el reciente Congreso de los Diputados; Galina Starovóitova, ex asesora del presidente; Gavriil Popov, ex alcalde de Moscú. También hablaron dos actuales miembros del Gobierno y del equipo de Gaidar: Anatoli Chubais, viceprimer ministro, y Andréi Necháyev, titular de Economía.

"Yo advertiría contra la conveniencia de la tesis mientras peor, mejor, y la tentación de pasar a la oposición", señaló Chubais para explicar que si se comprendía que lo más importante era el futuro referéndum sobre la Constitución (en el que se decidirá si Rusia tendrá un sistema presidencial o uno parlamentario) y que en él RD apoyará a Yeltsin, no se podía, entonces, pasar a una "oposición completa". "Tampoco", dijo, "RD puede declararse en la oposición al nuevo Gobierno, pues todavía éste no ha tomado decisiones".

Es verdad que Chenomirdin aún no ha expuesto su programa ni ha dicho qué correcciones piensa introducir en la política aplicada por el anterior Gobierno. Su única acción, por el momento, ha sido la de pedir al Parlamento que apruebe en el presupuesto mayores asignaciones a la industria del gas y del pretróleo, que dirigió durante años. Pero también es verdad que se teme que Chernomirdin adopte medidas que acaben con la política aplicada por Gaidar.

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