Rápido acuerdo en la Eurocámara para aprobar el presupuesto de la CE

La presidencia británica del Consejo de Ministros de la CE y la Comisión de Presupuestos del Parlamento Europeo (PE) alcanzaron el martes un acuerdo sobre el presupuesto para 1993, a partir de las conclusiones de la cumbre de Edimburgo. El nuevo presupuesto está, muy cerca de la propuesta inicial de la eurocámara e incluye una partida de 1.565 millones de ecus (220.665 millones de pesetas) para el nuevo fondo de cohesión. Cuenta también con una partida global de gastos estructurales o de solidaridad con las regiones y países más pobres o en reconversión de 22.192 millones de ecus (3,1 billones...

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La presidencia británica del Consejo de Ministros de la CE y la Comisión de Presupuestos del Parlamento Europeo (PE) alcanzaron el martes un acuerdo sobre el presupuesto para 1993, a partir de las conclusiones de la cumbre de Edimburgo. El nuevo presupuesto está, muy cerca de la propuesta inicial de la eurocámara e incluye una partida de 1.565 millones de ecus (220.665 millones de pesetas) para el nuevo fondo de cohesión. Cuenta también con una partida global de gastos estructurales o de solidaridad con las regiones y países más pobres o en reconversión de 22.192 millones de ecus (3,1 billones de pesetas).

El diputado español adscrito a la Comisión de Presupuestos Joan Colom justificó el consenso alcanzado en que "no se puede dar una imagen de paralización de la CE y hay que contribuir al mensaje positivo de Edimburgo". El Consejo Europeo de Edimburgo ha despejado el horizonte de los nubarrones más peligrosos. Uno de ellos era la guerra ya declarada entre el Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros a propósito del presupuesto de 1993. El PE acusaba al Consejo, y sobre todo a la presidencia británica, de presentar unos presupuestos en los que no se contaba con el Tratado de Maastricht. En todos los trámites, hasta anteayer mismo, ambas instituciones comunitarias habían entablado un diálogo de sordos: el Consejo presentó unos presupuestos restrictivos, el PE los enmendó y el Consejo los devolvió intactos sin atender a las enmiendas. El jueves iba a votarse el último proyecto con el resultado previsible de un rechazo que significaba la entrada en 1993 sin presupuestos y la guerra abierta entre PE y Consejo. La presidencia británica cambió el martes sus propuestas incrementando el total presupuestario en 3.350 millones de ecus (casi medio billón de pesetas), con lo que todo indicaba que la votación del presupuesto que daba convertida en un puro trámite. Más de la mitad del incremento corresponde a los fondos estructurales, ya sean los actual mente existentes, que ven aumentada su dotación en 494 millones de ecus (casi 70.000 millones de pesetas), ya sea el nuevo Fondo de Cohesión, dotado con 1..565 millones de ecus (220.665 millones de pesetas), que es la actualización en ecus constantes de 1992 de la cantidad de 1.500 millones de ecus aprobados por el Consejo de Edimburgo.

El presupuesto de 1993 queda finalmente en 69.056 millones de ecus (9,7 billones de pesetas), que significa en créditos de pago el 1,14% del producto interior bruto comunitario, a seis centésimas todavía del techo del 1,2% fijado por el Consejo de Edimburgo, lo que proporciona un imprescindible margen de maniobra, destinado sobre todo a garantizar la intervención en precios agrarios y en la cooperación internacional. La mitad del presupuesto se la llevan los gastos agrícolas, dedicados fundamentalmente a subvenciones, y la tercera parte los estructurales.

Paquete Delors II

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La Comisión de Presupuestos, rechazó, en cambio, la propuesta de acuerdo interinstitucional de la presidencia británica para convertir en decisión parlamentaria las perspectivas financieras o paquete Delors II aprobado en Edimburgo. El paquete es actualmente un acuerdo intergubernamental a 12 sin traducción jurídica comunitaria. De ahí que sea necesario un acuerdo entre las tres instituciones (Consejo, Europarlamento y Comisión) para que tenga fuerza legal y obligatoria. La aprobación del anterior paquete, en 1988, fue acompañada de un acuerdo interinstitucional. Ahora, en cambio, no hay muchas ganas en el Parlamento de dar satisfacción a los británicos y se apunta ya a que si hay acuerdo se producirá bajo presidencia danesa, en el primer semestre de 1993.

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