La huelga de funcionarios paralizó la enseñanza y Correos y tuvo impacto irregular en otros servicios

La huelga de ayer de los funcionarios logró paralizar la enseñanza y Correos, y tuvo un seguimiento irregular en otros servicios públicos. En la sanidad fue menor el impacto, según la Administración y las centrales convocantes, que en todos los casos dan cifras divergentes. Los servicios mínimos se cumplieron y los incidentes fueron muy aislados. El conflicto se repetirá el 15 de diciembre y los sindicatos amenazan con un paro indefinido si el Gobierno mantiene la congelación salarial y elimina la cláusula de revisión.

El paro, convocado por CC OO, UGT, CSIF y algunos sindicatos del sec...

La huelga de ayer de los funcionarios logró paralizar la enseñanza y Correos, y tuvo un seguimiento irregular en otros servicios públicos. En la sanidad fue menor el impacto, según la Administración y las centrales convocantes, que en todos los casos dan cifras divergentes. Los servicios mínimos se cumplieron y los incidentes fueron muy aislados. El conflicto se repetirá el 15 de diciembre y los sindicatos amenazan con un paro indefinido si el Gobierno mantiene la congelación salarial y elimina la cláusula de revisión.

El paro, convocado por CC OO, UGT, CSIF y algunos sindicatos del sector, se desarrolló en un clima de normalidad y acompañado de manifestaciones en las principales ciudades, con las que los trabajadores hicieron públicas sus demandas; las más masivas tuvieron lugar en Sevilla, Barcelona, Madrid, Valencia y Oviedo.El seguimiento fue casi total en Correos y en la enseñanza, en los grandes ayuntamientos y en la Administración central, pero fue menor en la Administración autonómica. En la sanidad, el seguimiento fue bastante reducido y los servicios mínimos se organizaron precipitadamente ayer mismo en hospitales como el Gregorio Marañón de Madrid y La Fe de Valencia. La Administración destacó la normalidad de la protesta y los sindicatos, "un seguimiento masivo", por lo que esperan la inminente convocatoria de la mesa negociadora para discutir el aumento salarial para 1993, detonante de la huelga. CSIF y UGT aseguraron que habrá "protestas más contundentes", en concreto una huelga indefinida, si el Gobierno no rectifica. Los dirigentes de CC OO, más cautos, aseguraron que "es precipitado hablar de paro indefinido".

Frente a la congelación salarial que aplicará el Gobierno en 1993 si los sindicatos no aceptan una subida del 4%, los empleados públicos piden el mantenimiento del poder adquisitivo, que no se elimine la cláusula de revisión ni la oferta pública de empleo. El rechazo a la congelación salarial y a los presupuestos de 1993 aparecían ayer en las pancartas de los manifestantes. En la Puerta del Sol, miles de funcionarios criticaron a los ministros de Economía, Carlos Solchaga, y de Administración Pública, Juan Manuel Eguiagaray.

La concentración de Sevilla, en la que participaron más de 6.000 personas, fue la mayor de las celebradas en Andalucía. Más de 20.000 empleados, según la media de policía y sindicatos, se manifestaron por las ocho capitales andaluzas. Los empleados públicos de Valencia, añadieron a las peticiones defendidas por el colectivo en todo el Estado la exigencia al Consell de que cumpla con el acuerdo por cuatro años que firmó con los sindicatos en septiembre, que finalmente la Generalitat quiere rectificar a la baja. Numerosos convenios firmados en algunos ayunta mientos y diputaciones se han sus pendido también.

Más de 5.000 funcionarios gallegos participaron en las manifestaciones convocadas por los sindicatos en las principales ciudades de la comunidad. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, destacó el cumplimiento de los servicios mínimos y pidió un "esfuerzo" a los trabajadores de las Administraciones públicas ya que, según dijo, "están compensados en otros aspectos como la seguridad en el empleo", informa Xosé Hermida.

En Canarias, los funcionarios de las Islas se quejan, además, de que el próximo año no percibirán el plus de residencia.