El Comité Monetario analiza este fin de semana un probable realineamiento de las divisas del SME

El Comité Monetario celebrará este fin de semana una reunión especial en Bruselas -solicitada por España- y en la que, muy probablemente, se decidirá un realineamiento de las divisas que quedan en el SME. En ese reajuste, la peseta, el escudo portugués y la libra irlandesa son claras candidatas a una devaluación frente al marco. El motivo es la presión que sufrieron ayer estas monedas y, en especial, la peseta.

El Banco de España tuvo que intervenir ayer en varias ocasiones para frenar la fuerte especulación contra la divisa española. Fuentes del mercado cifran el apoyo del banco emisor...

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El Comité Monetario celebrará este fin de semana una reunión especial en Bruselas -solicitada por España- y en la que, muy probablemente, se decidirá un realineamiento de las divisas que quedan en el SME. En ese reajuste, la peseta, el escudo portugués y la libra irlandesa son claras candidatas a una devaluación frente al marco. El motivo es la presión que sufrieron ayer estas monedas y, en especial, la peseta.

El Banco de España tuvo que intervenir ayer en varias ocasiones para frenar la fuerte especulación contra la divisa española. Fuentes del mercado cifran el apoyo del banco emisor en más de 300.000 millones de pesetas (casi el 6% del nivel de reservas de divisas existentes a principio de mes). Gracias a esta masiva intervención, la divisa española no cayó por debajo del límite mínimo de depreciación que tiene asignado en el Sistema Monetario Euroepo (SME). Con todo, cerró la semana a 71,6 pesetas cuando el mínimo es de 72,62.La tormenta monetaria que sacudió los mercados financieros internacionales en septiembre había amainado, pero no se había resuelto. Y volvió a tronar ayer. El desencadenante de esta nueva sacudida fue el fuerte aumento de tipos de interés que decidieron Dinamarca y Noruega como respuesta a la drástica decisión adoptada el jueves en Suecia de desvincular la corona sueca del mecanismo de cambios europeo.

La peseta notó enseguida el impacto de esta nueva fuente de inestabilidad financiera. A última hora de la tarde de ayer, los rumores de devaluación de la divisa española se extendieron por todos los mercados financieros.

Ya por la noche, se supo que el Comité Monetario -formado por los subgobernadores de los bancos centrales y los responsables del Tesoro de los países miembros del Sistema- celebraría hoy en Bruselas una reunión de urgencia, a iniciativa del Gobierno español. La urgencia de la reunión obedece a que las divisas más débiles podrían sufrir una presión insoportable con la apertura de los mercados el lunes. El problema es que, en principio, una decisión de este tipo estaba descartada por las autoridades españolas hasta la vuelta de la lira italiana -y a ser posible la libra esterlina- al Sistema Monetario. La nueva tormenta se desencadenó cuando Dinamarca decidió una espectacular subida de sus tipos de interés, que pasaron del 9,9% hasta el 15%. La decisión danesa se produjo un día después de que Suecia dejara flotar su moneda y abandonara así el objetivo político de mantener su divisa ligada al Sistema Monetario Europeo. La corona sueca se depreció ayer un 10% y arrastró a los países vecinos: la corona noruega y la corona danesa, ésta última integrada en el SME.

El impacto de este desajuste monetario en Noruega obligó a elevar sus tipos de interés en siete puntos, del 10% al 17%. Los inversores, ante esta ola de inestabilidad, volvieron su mirada hacia el marco alemán y a las divisas de su entorno: el florín holandés y el franco belga.

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