RELIGIÓN

La Iglesia admite que la inseminación artificial puede ser lícita

La Iglesia católica abrió ayer la puerta a la posibilidad de considerar lícita la inseminación artificial, a condición de que ésta se limite a suplir una incapacidad no esencial para procrear de los cónyuges. Esa nueva actitud, que contrasta con el rechazo sin paliativos mantenido hasta ahora, fue enunciada por el cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, unos de los dicasterios con competencias directas en la materia, durante un congreso celebrado en Roma.López Trujillo se refirió a "la posibilidad de utilizar la inseminación artificial homóloga, sólo...

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La Iglesia católica abrió ayer la puerta a la posibilidad de considerar lícita la inseminación artificial, a condición de que ésta se limite a suplir una incapacidad no esencial para procrear de los cónyuges. Esa nueva actitud, que contrasta con el rechazo sin paliativos mantenido hasta ahora, fue enunciada por el cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, unos de los dicasterios con competencias directas en la materia, durante un congreso celebrado en Roma.López Trujillo se refirió a "la posibilidad de utilizar la inseminación artificial homóloga, sólo si se configura como una ayuda para alcanzar el objetivo natural del acto conyugal, sin sustituirlo".

De las palabras del cardenal se deduce que las parejas católicos que podrían merecer el amparo eclesiástico para reproducirse mediante este tipo de práctica deben tener tanto la capacidad primaria como secundaria para procrear, en el sentido de que han de ser fértiles ambos y no estar afectados por alguna forma de impotencia subsiguiente al matrimonio, ya que la precedente sería causa de nulidad canónica.

La inseminación artificial se apunta, pues, como admisible sólo cuando contribuya a remediar impedimentos menores para el éxito de la fecundación natural. El cardenal Trujillo no fue muy explícito al respecto, aunque sí rechazó que esta apertura eclesiástica a la inseminación pueda ser interpretada como una merma del "respeto debido al embrión", que "no es materia disponible para la experimentación" y que es "inviolable".

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