Los laboristas utilizan la polémica sobre, Maastricht para acorralar a Major

El Partido Laborista británico votará en contra del Tratado de Maastricht, a pesar de su programa político decididamente procomunitario El Gobierno en la sombra de los laboristas decidió ayer que el principal grupo de la oposición votaría no en el debate del próximo miércoles, porque, en palabras del líder John Smith, "el debate no girará tanto sobre Maastricht como sobre el fondo y la forma que ha adquirido el Gobierno de este primer ministro".

El no laborista no se extenderá, en principio, al proceso de ratificación del tratado, sino que se limitará a la votación del próximo mi...

El Partido Laborista británico votará en contra del Tratado de Maastricht, a pesar de su programa político decididamente procomunitario El Gobierno en la sombra de los laboristas decidió ayer que el principal grupo de la oposición votaría no en el debate del próximo miércoles, porque, en palabras del líder John Smith, "el debate no girará tanto sobre Maastricht como sobre el fondo y la forma que ha adquirido el Gobierno de este primer ministro".

El no laborista no se extenderá, en principio, al proceso de ratificación del tratado, sino que se limitará a la votación del próximo miércoles, al término de la sesión parlamentaria previa al minucioso proceso de aprobación o rechazo.. El voto negativo no tendrá, pues, consecuencias directas sobre la vigencia del Tratado para la Unión Europea. Pero si el Gobierno de John Major es derrotado en esa sesión, su posición quedará muy debilitada y su capacidad para encauzar la ratificación, e incluso para mantenerse en el poder, será dudosa.

"Tenemos un Gobierno en' plena ruina y se nos pide, en esa sesión, que digamos que su trabajo es excelente", señaló la dirigente laborista Margaret Beckett para justificar el no de su partido. Beckett se refería a que Major ha convertido la votación del 4 de noviembre en algo parecido a una moción de confianza para su Gobierno, con el ánimo de poner en cintura de una vez por todas a los conservadores euroescépticos.

Dicha táctica le ha enajenado, aparentemente, los votos laboristas, e incluso podría inclinar hacia un no de última horaria, dependiendo del contenido de la moción que presente el Gobierno, a los liberales-demócratas, los más fervientes partidarios de Maastricht y de una Comunidad fuerte en la Cámara de los Comunes.

Voto oportunista

El ministro de Asuntos Exteriores , Douglas Hurd, advirtió ayer a los laboristas y a los rebeldes de su propio partido que cometían "un enorme error" utilizando una cuestión tan grave como Maastricht para infligir una derrota al Gobierno. Hurd señaló ante la Cámara de los Comunes que el Tratado de Maastricht era el único fundamento de que disponía la Comunidad Europea para desarrollarse en los próximos años, y criticó el voto táctico de los diputados laboristas.

"La oposición", dijo, "parece ansiosa por volver a su tradicional política: el oportunismo negativo y los cambios radicales de opinión respecto a Europa en intervalos regulares". El líder liberal-demócrata Paddy Ashdown atacó a su vez a los conservadores, por su Iarga indecisión y su petulancia ante el debate" del miércoles, y a los laboristas, por "estafar a su electorado" y votar en contra de un tratado que en realidad apoyan.

Douglas Hurd subrayó la necesidad de ratificar Maastricht en un momento en que la situación de Dinamarca empezaba a clarificarse. El plan presentado ayer por el Gobierno danés constituía, según el jefe de la diplomacia británica, "un gran paso adelante".

[Por otra parte, el Parlamento portugués discutirá y someterá a votación la ratificación del Tratado de Maastrich en una sesión que se celebrará del 14 al 18 de diciembre, según acordaron ayer los líderes de los grupos parlamentarios. El debate y la votación de la revisión de la Constitución, necesaria para acomodarla a las exigencias del tratado de la Unión Europea, tendrá lugar el próximo 24 de noviembre, informa Efe.]