Los socialistas europeos respaldan sin fisuras Maastricht ante la cumbre de Birmingham

Los socialistas europeos no están dispuestos a dar ni un solo paso hacia atrás en la construcción europea. Los dirigentes y responsables gubernamentales socialistas de la Comunidad Europea, reunidos ayer en Bruselas, acordaron dar todo su apoyo a la ratificación del Tratado de Maastricht y al proyecto de financiación de la CE para los próximos cinco años ante la cumbre de jefes de estado y de Gobierno que se celebrará en Birmingham el viernes. Los socialistas quieren que se rompa la desmoralización tras la crisis del Sistema Monetario Europeo y las dificultades de ratificación.

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Los socialistas europeos no están dispuestos a dar ni un solo paso hacia atrás en la construcción europea. Los dirigentes y responsables gubernamentales socialistas de la Comunidad Europea, reunidos ayer en Bruselas, acordaron dar todo su apoyo a la ratificación del Tratado de Maastricht y al proyecto de financiación de la CE para los próximos cinco años ante la cumbre de jefes de estado y de Gobierno que se celebrará en Birmingham el viernes. Los socialistas quieren que se rompa la desmoralización tras la crisis del Sistema Monetario Europeo y las dificultades de ratificación.

La cumbre de dirigentes socialistas, convocada para preparar la reunión de Birmingham, se reafirmó en los acuerdos del Consejo Europeo celebrado en junio en Lisboa, que establece como condición previa a cualquier ampliación de la Comunidad la conclusión del proceso de ratificación del Tratado de Unión Europea y la aprobación del marco presupuestario para el período 19913-1997, en el que se incluye la financiación de los fondos de cohesión.Dichos fondos, defendidos ardientemente por el Gobierno español que preside Felipe González, deberán ayudar a los países con mayores dificultades para acceder a los criterios de convergencia económica establecidos en el Tratado, y están pensados como políticas de acompañamiento en el desarrollo de infraestructuras y en la mejora del medio ambiente.

La cumbre socialista expresó también su preocupación "por la situación económica de Europa, la inestabilidad monetaria y el crecimiento del paro", pero se reafirmó en las políticas de "crecimiento económico duradero y no inflacionista". El comunicado final rechaza la creación de una Europa de dos velocidades y apoya el mantenimiento de la estabilidad monetaria como "condición esencial para un crecimiento económico duradero".

Los dirigentes socialistas se felicitaron ayer del resultado del referéndum francés sobre Maastricht y tomaron nota del Libro blanco danés sobre la Unión Europea. El socialdemócrata danés Poul Rasmussen explicó el abanico de posibilidades presentado por el gobierno de su país. [El jefe de la diplomacia danesa, Uffe Ellemann-Jensen, amenazó ayer con que Dinamarca bloquearía el Tratado de Maastricht si no obtenía un estatuto especial que respondiera a sus exigencias, informa France Pressel.

Según el ministro de Exteriores belga y presidente de la Confederación de Partidos Socialistas de la CE, Willy Claes, el Libro blanco danés no resuelve el problema central de dar respuesta al interrogante abierto por el referéndum negativo del pasado mes de junio. "Constatamos que el Gobierno -danés no ha elegido ninguna opción", señaló. "Que no se nos pida una decisión a los otros socios comunitarios antes de que la tomen los propios interesados", añadió.

Las propuestas de limitación de los poderes de la Comisión Europea produjeron escaso eco en la cumbre socialista,que se limitó a "reafirmar la necesidad de asegurar la transparencia de las decisiones comunitarias` y pidieron una mayor atención a la información y a la participación de los ciudadanos y una mayor colaboración entre los parlamentos nacionales y el Parlamento Europeo.

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Equilibrio institucional

Los socialistas dieron además su propia definición de la polémica subsidiariedad, exigida por el propio Tratado de Maastricht. "Que las decisiones sean tomadas en el nivel en el que son más eficaces y democráticas, respetando el equilibrio en tre las distintas instituciones", reza está formulación, bien alejada de los conceptos utilizados tanto en el borrador alemán como en el británico, ambos dedicados principalmente a cortar las alas a la Comisión Europea y a renacionalizar las políticas europeas.

La cumbre socialista hizo también especial hincapié en la necesidad de una Comunidad "solidaria y social" y aprovechó para criticar "la posición del Gobierno conservador británico que privará a los ciudadanos que viven en el Reino Unido de las ventajas y protecciones previstas en el capítulo social" [de Maastricht].

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