El PSOE reconoce oficialmente el fracaso de la política de pactos con los nacionalistas

La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE ha comunicado por primera vez a sus dirigentes regionales el cambio de estrategia respecto a la política de pactos con otras fuerzas políticas por la sencilla razón de que "los socios han fallado". Así lo expresó el pasado miércoles el secretario de organización, Txiki Benegas, en una reunión interna de miembros de la Ejecutiva con dirigentes regionales. "Tenemos que conseguir una mayoría social suficiente en las próximas elecciones porque ha fallado la política de colaboración con CDS, CiU y PNV", señaló Benegas.

Los socialistas creen que un futur...

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La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE ha comunicado por primera vez a sus dirigentes regionales el cambio de estrategia respecto a la política de pactos con otras fuerzas políticas por la sencilla razón de que "los socios han fallado". Así lo expresó el pasado miércoles el secretario de organización, Txiki Benegas, en una reunión interna de miembros de la Ejecutiva con dirigentes regionales. "Tenemos que conseguir una mayoría social suficiente en las próximas elecciones porque ha fallado la política de colaboración con CDS, CiU y PNV", señaló Benegas.

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Los socialistas creen que un futuro pacto cerrado con los nacionalistas llevaría consigo una permanente fuente de tensión, al presuponer que éstos tendrían una actitud de permanente reivindicación para sus comunidades respectivas a cambio de dar su apoyo al Gobierno central.En todos los documentos oficiales del PSOE de los últimos dos años ha figurado como pieza fundamental de la estrategia socialista la colaboración con CDS, PNV y ClU, y nunca se ha ocultado que esta actitud suponía la antesala de un posible pacto de Gobierno para la próxima legislatura, sin especificar si consistiría en acuerdos parlamentarios exclusivamente o en la incorporación de alguno de estos partidos al Ejecutivo.

Esta cuestión no se concretaba dado que todo dependería de los escaños que obtuviera el PSOE en las próximas elecciones, y, por tanto, de sus necesidades numéricas. No obstante, el PSOE tenía puestas todas sus esperanzas en el CDS, respecto al que deseaba que se mantuviera como una fuerza de ámbito nacional con representación en todas las provincias y, por tanto, con una visión global de España.

Este elemento es fundamental para el presidente del Gobierno, Felipe González, según ha reiterado con insistencia en los últimos tiempos a muchos dirigentes de su partido.

"Para el presidente casi se ha convertido en obsesión encontrar algún partido o a dirigentes políticos que piensen en España como un todo y no sólo en su trocito", afirmó un miembro de la Ejecutiva socialista. El CDS hubiera podido satisfacer los anhelos de González si hubiera mantenido una representación de 15 a 20 diputados, algo que ya se considera altamente improbable por no decir imposible.

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Demasiadas contrapartidas

Desde hace algunos meses, en el PSOE no se ve con agrado la perspectiva de tener que pedir apoyo a los nacionalistas catalanes o vascos para completar una mayoría. En primer lugar, consideran que las contrapartidas que exigirían a cambio serían muy altas, y, por otro lado, están convencidos de que en el resto de España otras fuerzas políticas iniciarían una permanente queja por supuestos agravios comparativos.

Estas tesis fueron expuestas el pasado miércoles por Txiki Benegas -acompañado de los miembros de la Ejecutiva Alejandro Cercas, Josep María Sala y Carmen García Bloise a los secretarios regionales de organización. Los responsables de organización fueron convocados para llevarles al ánimo la necesidad de un esfuerzo de movilización al partido.

El objetivo es "conseguir una mayoría social suficiente para gobernar solos", aseguran que dijo Benegas. No obstante, el secretario de organización socialista precisó que el PSOE está dispuesto e incluso buscará pactos concretos en el ámbito parlamentario con las citadas fuerzas políticas.

Es más, en lo que resta de legislatura, el PSOE se esforzará por mantener el acuerdo con los centristas y nacionalistas para, conjuntamente, sacar adelante diversos proyectos legislativos. La ley de financiación de los partidos políticos, el nuevo reglamento del Congreso y la polémica ley de huelga son tres de los proyectos inmediatos que el Gobierno quiere consensuar con los partidos que le han ayudado habitualmente durante la legislatura.

Escollo en Cataluña

Un escollo importante ha surgido en los últimos días entre socialistas y nacionalistas catalanes por la negativa del Ejecutivo a ceder a la Generalitat una parte de los ingresos del IRPF recaudado en Cataluña.

Dirigentes de CiU han advertido estos días que el Gobierno de Felipe González, con su actitud reticente de los últimos días, se puede estar jugando el apoyo parlamentario del nacionalismo catalán en la próxima legislatura. Este es uno de los ejemplos que se han manejado en las reuniones internas de los socialistas para subrayar las dificultades que tendría un Gobierno de coalición junto a partidos nacionalistas.

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