El "Hispasat" culmina con éxito el despliegue de paneles solares

Con aplausos, abrazos y alguna que otra lágrima de emoción acogieron ayer los técnicos del centro de control de Arganda el final de la crítica operación de despliegue de los paneles solares del Hispasat. Durante hora y cuarto, los paneles que suministran energía eléctrica al primer satélite español de comunicaciones se desplegaron lentamente hasta alcanzar su envergadura máxima de 10 metros a cada lado del satélite. La maniobra comenzó a las 15 horas. A las 15.40 se había desplegado el primer panel y a las 16.16 terminó el despliegue del segundo. Antes, los técnicos tuvieron que parar el satél...

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Con aplausos, abrazos y alguna que otra lágrima de emoción acogieron ayer los técnicos del centro de control de Arganda el final de la crítica operación de despliegue de los paneles solares del Hispasat. Durante hora y cuarto, los paneles que suministran energía eléctrica al primer satélite español de comunicaciones se desplegaron lentamente hasta alcanzar su envergadura máxima de 10 metros a cada lado del satélite. La maniobra comenzó a las 15 horas. A las 15.40 se había desplegado el primer panel y a las 16.16 terminó el despliegue del segundo. Antes, los técnicos tuvieron que parar el satélite, que giraba sobre sí mismo (el llamado spin). Una vez parado se produjo la orientación hacia el Sol y la puesta en marcha del subsistema de control térmico, para evitar que la brutal diferencia de temperatura entre el lado que enfoca el sol y el opuesto (de 105 grados a -200 grados) perjudique los equipos.Telecomandos emitidos desde Arganda viajaron 36.000 kilómetros hasta el satélite para iniciar el despliegue de los paneles, en un proceso casi puramente mecánico. Se calientan hasta la incadescencia unos hilos que actúan como tijeras de los cables que mantienen los paneles plegados. Cuando se cortan los cables, empieza el lento despliegue, moderado por amortiguadores. Para evitar que los cambios bruscos de temperatura provoquen el agarrotamiento de estos sistemas mecánicos, los técnicos tienen que zarandear ligeramente el satélite para mantener su superficie a una temperatura aproximadamente constante.

Tras el éxito de esta maniobra, los técnicos iniciaron la de orientación hacia la Tierra de las antenas, proceso menos complejo que debía terminar en la madrugada de hoy. Fuentes de Hispasat matizaron ayer el segundo satélite, que se lanzará en abril de 1993, completará el sistema y aportará nuevos canales.

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