Aquel pisito en el ático

J. A. C., El incendio del teatro Español envolvió en la polémica a un, hasta entonces, anónimo funcionario: Vicente Ríos, que vivía en la última planta del edificio. Antes del incendio, el escrupuloso encargado del teatro inundó a sus superiores de informes sobre las deficiencias en la seguridad del inmueble. Después del siniestro, culpó de incompetencia al director del Español, Gustavo Pérez Puig, y éste le calificó de "negligente".

De momento, Ríos es el único sacrificado por aquel incendio. Se le expedientó por hablar con la prensa de cuestiones "relacionadas con su cargo". Hace ...

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J. A. C., El incendio del teatro Español envolvió en la polémica a un, hasta entonces, anónimo funcionario: Vicente Ríos, que vivía en la última planta del edificio. Antes del incendio, el escrupuloso encargado del teatro inundó a sus superiores de informes sobre las deficiencias en la seguridad del inmueble. Después del siniestro, culpó de incompetencia al director del Español, Gustavo Pérez Puig, y éste le calificó de "negligente".

De momento, Ríos es el único sacrificado por aquel incendio. Se le expedientó por hablar con la prensa de cuestiones "relacionadas con su cargo". Hace un año, dejó de ser el encargado del teatro y fue trasladado a la Junta Municipal de Salamanca, y en el mes de julio pasado perdió su derecho a utilizar el pisito del ático del Español.

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"El caso es que hasta el momento no se han depurado responsabilidades sobre aquel suceso, ni se han descubierto las causas, y aún no se conoce por qué fallaron los sistemas de seguridad", comentó ayer el concejal de Izquierda Unida Franco González. "La única responsabilidad que se ha depurado es la de Vicente Ríos, y por un motivo ajeno al siniestro".

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