España disputa a Nueva Zelanda y Suecia un puesto en el Consejo de Seguridad

España puede pasar a ocupar un puesto de miembro no permanente en el Consejo de Seguridad en el nuevo periodo de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que, como cada año desde que el organismo fue creado hace 47 años, abrió sus tres meses de reuniones ayer en Nueva York. En los últimos meses, España ha estado buscando apoyo internacional para conseguir uno de los 10 sillones rotatorios del Consejo de Seguridad.Bélgica y Austria dejan vacantes, tras dos años, dos puestos en el Consejo, a los que aspiran, además de España, Nueva Zelanda y Suecia. Los tres competidores ya han ocupado en dos...

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España puede pasar a ocupar un puesto de miembro no permanente en el Consejo de Seguridad en el nuevo periodo de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que, como cada año desde que el organismo fue creado hace 47 años, abrió sus tres meses de reuniones ayer en Nueva York. En los últimos meses, España ha estado buscando apoyo internacional para conseguir uno de los 10 sillones rotatorios del Consejo de Seguridad.Bélgica y Austria dejan vacantes, tras dos años, dos puestos en el Consejo, a los que aspiran, además de España, Nueva Zelanda y Suecia. Los tres competidores ya han ocupado en dos ocasiones cada uno un lugar en el Consejo. La última vez que España estuvo presente en este organismo fue en 1969-1970 y 1981-1982.

En esta nueva sesión anual, la Asamblea General analizará las tensiones que vive el mundo después de que una cumbre de mandatarios internacionales diera por concluida la era de la guerra fría hace un año en este mismo escenario de la sede de Naciones Unidas en Nueva York.

La sesión de 1992 servirá para que los 179 miembros de la ONU debatan la postura del organismo internacional ante crisis como la de la antigua Yugoslavia o la guerra de Somalia, dos conflictos que han centrado la atención en los últimos meses y en los que la intervención de

Naciones Unidas está siendo fruto de polémicas dentro y fuera de su sede. Los problemas de la ONU no son sólo políticos ya que el organismo se enfrenta a un déficit presupuestario que asciende a 1.500 millones de dólares y tiene en marcha costosas operaciones de paz en todo el mundo.

Los intereses particulares también tendrán cabida en la apertura del nuevo año. El presidente estadounidense, George Bush, que intervendrá la próxima semana, tratará de recordar a los norteamericanos sus cualidades como experto en política internacional, a menos de dos meses de las elecciones. Además, entre los 140 asuntos que figuran en la agenda para los próximos tres meses de reuniones, se estudiarán las acciones que se deben tomar tras la Cumbre sobre la Tierra de Río de Janeiro, así como un tratado para prohibir la posesión y construcción de armas químicas.

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