Un industrial vizcaíno sufre graves heridas en los ojos y en una mano al estallarle un paquete bomba

El empresano vizcaíno Valentín Marzana Izpizua, de 74 años, resultó ayer con heridas graves en ambas manos y en los ojos al abrir, sobre las 11.15, un paquete bomba remitido a su empresa -Marzana y Compañia-, situada en las afueras de Gernika (Vizcaya). El industrial riguraba en las listas incautadas este año a activistas del comando Vizcaya de ETA y había recibido la exigencia del impuesto revolucionario, según confirmaron por la tarde fuentes policiales.

La Ertzairitza (policía autonómica vasca) recibió una llamada a las once y veinte de la mañana en la que se le informó de que una pe...

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El empresano vizcaíno Valentín Marzana Izpizua, de 74 años, resultó ayer con heridas graves en ambas manos y en los ojos al abrir, sobre las 11.15, un paquete bomba remitido a su empresa -Marzana y Compañia-, situada en las afueras de Gernika (Vizcaya). El industrial riguraba en las listas incautadas este año a activistas del comando Vizcaya de ETA y había recibido la exigencia del impuesto revolucionario, según confirmaron por la tarde fuentes policiales.

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La Ertzairitza (policía autonómica vasca) recibió una llamada a las once y veinte de la mañana en la que se le informó de que una persona había resultado herida al manipular un paquete mientras revisaba la correspondencia acumulada durante las vacaciones. Varias dotaciones de la policía vasca y de la Cruz Roja se trasladaron hasta el lugar de los hechos. Ante la gravedad de las heridas en ambas manos y ojos, los médicos que atendieron en un primer momento al anciano optaron por llevarle al hospital de Cruces.Una ambulancia de la Cruz Roja trasladó al herido al centro sanitario de Barakaldo, donde aún permanecía ingresado en la noche de ayer. Las personas que acompañaron al industrial en la ambulancia dijeron que no perdió la consciencia en ningún momento, aunque las heridas de los ojos producidas por la deflagración le impedían ver.

Una portavoz del centro hospitalario confirmó la amputación de tres dedos de ambas manos del paciente y la existencia de traumatismos graves en ambos globos oculares. Por la tarde, Valentín Marzana fue intervenido en el quirófano de la sección de Oftalmología y estaba previsto su traslado al departamento de cirugía plástica. Fuentes del hospital de Cruces señalaron que el pronóstico era grave.

El equipo de explosivos de la Ertzaintza se desplazó hasta la empresa, situada en la nacional 636, en las afueras de Gernika, para investigar la procedencia del paquete, así como la características de la bomba. En principio, la policía cree que el paquete no iba personalmente dirigido al herido., sino a la empresa.

El paquete había sido remitido a la empresa hace tres meses, tiempo durante el que había estado almacenado en un cajón con otra correspondencia, informa Efe. La sociedad no había recibido de ETA ninguna advertencia sobre el envío de la bomba, que estalló cuando Marzana revisó lo que había en el cajón. El paquete conteníauna novela de Gabriel García Márquez.

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La familia Marzana había recibido amenazas por parte de ETA para que se decidiera, bajo chantaje, a pagar el impuesto revolucionario, aunque los industriales se habían negado a, dar la cantidad exigida. Los dos apellidos del herido figuraban en una lista de amenazados por ETA que fue encontrada en 1986 entre los llamados papeles de Sokoa de ETA.

Javier Arriaga, detenido hace unos meses como colaborador del comando Vizcaya, declaró a la policía que Xabi de Usánsolo y Juan Carlos Iglesias Chouzas, miembros de ese comando, habían ido en una ocasión al domicilio de Valentín Marzana para presionarle. Usánsolo confirmó ese dato tras su detención.

Por tanto, y según la policía, ETA tenía entre sus objetivos a los hermanos Marzana y a la empresa Rinder SA, según se ha podido comprobar tras analizar los documentos incautados a los activista del comando Vizcaya. Marzana y Compañía (Rinder SA) fue fundada a principios de los años cincuenta por los hermanos Marzana junto a varios socios más como un taller dedicado a la producción de faros para coches, motos y bicicletas. La sociedad ha ido creciendo durante los últimos años hasta convertirse en una empresa mediana y rentable, dedicada a la fabricación de equipos de alumbrado para vehículos.

Hacía cinco meses que ETA no enviaba paquetes bomba. Un funcionario de la cárcel de El Salto del Negro (Las Palmas) recibió uno de esos paquetes en abril pasado, pero la Guardia Civil desactivó el artefacto antes de que estallara.

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