Telefónica estudia un sistema para limitar el acceso de los particulares a las líneas eróticas

Telefónica está estudiando un "sistema técnico" para, a finales de año, controlar el acceso de los particulares a las líneas que comienzan con el 903. El boom de las líneas eróticas -hasta 20.000 llamadas diarias reciben algunas- ha levantado la polémica y las quejas. Telefónica aclara que lo hará "por deferencia hacia los abonados, y no por cuestiones morales". En tres meses, los teléfonos calientes se han convertido en todo un catálogo de sexo... al habla.

Una de las opciones que se plantean es la de abonarse; es decir, que los usuarios hagan constar por contrato escrito que quieren d...

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Telefónica está estudiando un "sistema técnico" para, a finales de año, controlar el acceso de los particulares a las líneas que comienzan con el 903. El boom de las líneas eróticas -hasta 20.000 llamadas diarias reciben algunas- ha levantado la polémica y las quejas. Telefónica aclara que lo hará "por deferencia hacia los abonados, y no por cuestiones morales". En tres meses, los teléfonos calientes se han convertido en todo un catálogo de sexo... al habla.

Una de las opciones que se plantean es la de abonarse; es decir, que los usuarios hagan constar por contrato escrito que quieren disponer de estos servicios especiales (desde información bursátil hasta horóscopos y líneas eróticas y de conversación múltiple).Ahora hay 16 empresas censadas que ofrecen servicios 903; cada una de ellas con varias líneas, y la lista de espera para nuevas concesiones se alarga desmesuradamente. A Telefónica ya han llegado rumores de que en Barcelona se producen "subarriendos extraños", según un portavoz de la Compañía.

Telefónica matiza así la euforia de los últimos meses. Coincidiendo con el 92, abrió los denominados Servicios de Inteligencia de Red. En el último número de la revista interna de la compañía, Hilo directo, Antonio Nebreda, subdirector de Desarrollo de Servicios, explica que el propósito es implantar "una nueva cultura del teléfono", y declara: "Indudablemente, la aceptación de los 903 ha sido extraordinaria". Asimismo destaca el hecho de que las empresas que contratan estos servicios se encuentran con nada menos que 13 millones de posibles clientes (los abonados a Telefónica). Sin embargo, el furor por las líneas eróticas ha traído protestas de organizaciones de consumidores, denuncias por publicidad engañosa, casos de adicción que han requerido tratamiento psicológico, familias que ven dispararse sus facturas... Hasta tal punto ha llegado este último problema que Telefónica,. ante la probada insolvencia, permite ahora el pago fraccionado.

Numerosos centros públicos ya han introducido en sus centralitas telefónicas el bloqueo automático a estos números. Entre los últimos en hacerlo, el Ayuntamiento de Puerto de Santa María (Cádiz), el de Alcorcón (Madrid) y el de Zaragoza. El de Madrid lo hará próximamente. Tomás Sierra, alcalde en funciones de Zaragoza, aclara: "Aquí trabajamos 4.600 personas; a un 10% que hubiera de aficionados, el despilfarro sería enorme".

Paternalismo

Las empresas del 903 no han acogido nada bien el anuncio. Manuel Martínez, director de marketing de Estiesa, que comercializa tres líneas calientes, cree que lo que se está planteando Telefónica es "una estupidez". "Es una cuestión de libre albedrío y no de regulación paternalista".

Como termómetro del fenómeno, sirve la evolución de la publicidad en prensa. Frente a las llamadas generales de hace unos meses, los anuncios se han vuelto más y más agresivos y especializados: "traseros deliciosos", "terapia bucal", "psicosis anal", "el Jovencísimo gay", "lesbianas sin límites"...

Últimamente, estas líneas introducen algunas advertencias en los primeros segundos de la conexión: "Si eres menor de 18 años, debes colgar". Después, la grabación sigue por otros derroteros: "Para nosotras los perros no son compañeros, sino amantes duros".

La actriz Violeta Cela, encargada de las relaciones públicas de Tele Línea, cree que las líneas eróticas, "bien hechas", pueden aportar muchas cosas interesantes: "imaginación, por ejemplo". "Nosotros no terminamos las historias en el clímax, sino en esos momentos posteriores, más tranquilos, fumándose un cigarrito". Y destaca un dato: el 42% de sus llamadas eligen las historias pensadas para mujeres.

Una solución

Para acallar las protestas contra el uso y abuso de las líneas eróticas, Telefónica podría poner a disposición del usuario los limitadores de llamadas. Son unos aparatos muy sencillos de instalar en cualquier casa para restringir las llamadas según la cantidad de dígitos. Con una llave, el usuario puede regular qué números pueden marcarse: sólo llamadas locales (seis o siete dígitos), nacionales. (nueve dígitos) o cualquiera (más dígitos). Todas las llamadas a números con más cifras de las seleccionadas se cortan automáticamente. Así, las líneas 903 pueden bloquearse igual que para impedir llamadas nacionales (ambas tienen nueve dígitos).Cualquiera, antes de salir de casa, puede censurar por un tiempo esas llamadas. Cuestan unas 10.000 pesetas y se adquieren en tiendas de accesorios de teléfonos. Telefónica no ofrece aún este producto. En uno de estos comercios de Madrid, el dependiente respondió con una sonrisa al cliente que quería conocer la efectividad del aparato: "También usted tiene ese problema... Antes venían por las sirvientas filipinas, para que no llamaran a su país. Ahora por el sexo".

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