El mando policial zanja la 'guerra de bermudas' de los agentes de Leganés

El policía José G. M. pasó la tarde del 22 de julio vigilando de paisano la comisaría de Leganés. Pero cuando anochecía, un jefe de la oficina de denuncias le mandó subir. "Tomo nota, por encargo del comisario, de cómo va usted vestido", le dijo. José debió de contemplarse de arriba abajo: echó una ojeada sobre su polo rojo, sus bermudas marrones y sus calcetines y zapatos del mismo color. A los pocos días supo que le abrían expediente. Un sindicato aireó el incidente e informó después de una nota que, adosada a los tablones de la comisaría, prohibía pisar la comisaría en bermudas, firmada por...

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El policía José G. M. pasó la tarde del 22 de julio vigilando de paisano la comisaría de Leganés. Pero cuando anochecía, un jefe de la oficina de denuncias le mandó subir. "Tomo nota, por encargo del comisario, de cómo va usted vestido", le dijo. José debió de contemplarse de arriba abajo: echó una ojeada sobre su polo rojo, sus bermudas marrones y sus calcetines y zapatos del mismo color. A los pocos días supo que le abrían expediente. Un sindicato aireó el incidente e informó después de una nota que, adosada a los tablones de la comisaría, prohibía pisar la comisaría en bermudas, firmada por un inspector. La Jefatura Superior de Policía hizo desaparecer la nota y archivó el expediente del agente.José esperaba aquel miércoles de julio hacer un servicio en el que tenía que llevar uniforme, como consta en su declaración. Pero al llegar a la comisaría, un superior le ordenó que vigilase la comisaría de paisano, ya que faltaba un hombre para ese servicio. Así que José se quedó con su polo y sus bermudas, que el propio agente definió como "pantalones cortos de vestir", un atuendo, para él, perfectamente correcto. Así lo hizo constar en su declaración del 4 de agosto.

Pantorrillas al desnudo

A los pocos días, la guerra de los bermudas saltó a la prensa: el Sindicato Unificado de Policía (SUP), mayoritario en la comisaría, amenazó con concentrar una legión de pantorrillas policiales al desnudo ante las mismas narices del comisario Eusebio Fraguas. El 12 de agosto, un cartel apareció en el tablón de la comisaría: "A partir del día de la fecha no se podrá acudir a coger el servicio, ni prestar el mismo, en pantalones cortos de ningún tipo". Lo firmaba el inspector jefe. De nuevo el SUP puso el grito en el cielo: "Nada prohíbe patrullar en bermudas si se va de paisano". Esta semana, Jefatura mandó retirar el cartel y archivar el expediente."Mire", dijo al respecto el comisario de Leganés ajustándose su chaqueta cruzada azul marino, "a mí me interesa lo que tenga que ver con la delincuencia; tenemos arriba atracadores y fugados; eso, eso es lo importante. El tema ha sido, de alguna manera, archivado", agregó.

"Pero los problemas no han terminado", insisten en el SUP. "Produce y propicia [el comisario] el acoso a los funcionarios y genera un clima de miedo y terror", consta en un acta de una reunión de los sindicatos con los mandos, en la que el SUP pidió informes sobre la actuación del comisario. "En marzo expedientó a dos agentes por no realizar un 'hostigamiento general a la delincuencia'. ¿No es a los delincuentes a quienes hay que hostigar?", critican en el SUP.

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