Dos zaireños denuncian malos tratos policiales cuando iban a ser expulsados

Dos ciudadanos zaireños han denunciado malos tratos policiales cuando iban a ser expulsados de España, el pasado 30 de julio, desde el aeropuerto de Barajas. Según la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los dos africanos, que iban esposados, intentaron huir y golpearon a seis agentes. Los dos zaireños se encuentran nuevamente en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Moratalaz.

Los zaireños Ngimbi Kanda y Luboya Mukendi -deportados de Melilla a Madrid a mediados del mes de julio- aseguraron, en declaraciones a este periódico, haber sido objeto de malos tratos cuando se procedí...

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Dos ciudadanos zaireños han denunciado malos tratos policiales cuando iban a ser expulsados de España, el pasado 30 de julio, desde el aeropuerto de Barajas. Según la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los dos africanos, que iban esposados, intentaron huir y golpearon a seis agentes. Los dos zaireños se encuentran nuevamente en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Moratalaz.

Los zaireños Ngimbi Kanda y Luboya Mukendi -deportados de Melilla a Madrid a mediados del mes de julio- aseguraron, en declaraciones a este periódico, haber sido objeto de malos tratos cuando se procedía a su expulsión en un vuelo de la compañía Saberia, rumbo a Bruselas, para enlazar con la capital de Zaire, Kinshasa.Según su versión, dos policías de paisano fueron a buscarlos al Centro de Internamiento de Extranjeros de Moratalaz el día 26 por la tarde. "Nos esposaron las dos manos a cada uno y nos hicieron entrar en los coches. Pusieron la sirena, como si fuéramos vendedores de droga o criminales", relatan los zaireños. En el aeropuerto fueron conducidos a la sala de embarque, y de ahí a una furgoneta que los llevó hasta el avión de Sabena que saldría a las 19.15.

"Ya en la pista, de repente vino el piloto y nos preguntó si queríamos viajar o no. Contestamos que no, porque en Zaire tenemos problemas políticos graves. Entonces, cuatro policías de civil empezaron a golpearnos hasta hacemos sangre y dejarnos desnudos. Nos pegaron por todas partes y nos esposaron también los tobillos. Nos echaron a una furgoneta como si fuéramos sacos de arroz y nos llevaron a su oficina, que estaba vacía. 'Hijo de puta, negro. Tú, voy a tu país o nada', nos decían. Llegó un policía con dos galones y les ordenó que nos llevara al dispensario médico para curarnos", afirman los zaireños.

La versión policial difiere sustancialmente. Según la jefatura de Madrid, los zaireños iban esposados el uno al otro y les quedaba una mano libre a cada uno. Al llegar a la pista "echaron a correr, esposados, para huir". "Cuando los agentes les dieron alcance, los africanos respondieron golpeándolos. Fue una agresión brutal", afirma el portavoz de la jefatura. "A consecuencia de estos hechos resultaron lesionados leves los dos zaireños y seis policías, que fueron atendidos en el servicio médico del aeropuerto". "Es una desfachatez que, después de intentar escapar y de agredir a los agentes, ahora se presenten como víctimas", concluye.

Nueva expulsión

Este periódico intentó, sin éxito, conocer la versión del comandante de Sabena, testigo de lo ocurrido en la pista. Tanto en el dispensario médico como en la oficina de prensa del aeropuerto declinaron comentar estos hechos.

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Ngimbi y Luboya aseguran que, tras los incidentes, fueron llevados a los calabozos de Barajas. Antes se habían negado a firmar papeles en los que leyeron las palabras Iesiones" y "criminal". Al día siguiente, viernes, fueron conducidos a los juzgados de la plaza de Castilla, y el sábado 1 de agosto declararon ante el juez de guardia, Carlos Valle. Según la policía, éste decretó su expulsión. De momento, los dos zaireños continúan internados en el Centro de Extranjeros de Moratalaz.

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