Hallados restos arqueológicos del siglo IX en la plaza de Oriente

Las excavaciones arqueológicas de la plaza de Oriente, encargadas por el Ayuntamiento ante la previsible construcción de un aparcamiento subterráneo, han puesto al descubierto unos silos de seis metros de altura que corresponden a la época islámica (siglo IX).El director general de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Castillo, afirma que las excavaciones han confirmado que la plaza de Oriente es un terreno de enorme importancia para conocer la historia de Madrid.

Las prospecciones están dando resultados importantes, cuando tan sólo se han excavado dos viales (par...

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Las excavaciones arqueológicas de la plaza de Oriente, encargadas por el Ayuntamiento ante la previsible construcción de un aparcamiento subterráneo, han puesto al descubierto unos silos de seis metros de altura que corresponden a la época islámica (siglo IX).El director general de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Castillo, afirma que las excavaciones han confirmado que la plaza de Oriente es un terreno de enorme importancia para conocer la historia de Madrid.

Las prospecciones están dando resultados importantes, cuando tan sólo se han excavado dos viales (parcelas) de los 15 previstos. La Comunidad considera que si se siguen descubriendo restos valiosos puede quedar en entredicho el proyecto de construcción de un complejo de instalaciones subterráneas bajo la plaza -un túnel bajo la calle de Bailén y aparcamientos para 70 autocares y 1.000 turismos-, ya que el traslado del yacimiento arqueológico sería muy costoso.

El vial 11, donde han aparecido los silos, ha puesto al descubierto también suelos, estructuras de escaleras y paredes con sus revocos (enyesados) originales. En el mismo punto se ha hallado un muro de pedernal.

En el vial 8, donde todavía se trabaja, han surgido estructuras del antiguo alcázar de Madrid, con restos de habitaciones interiores enlosadas con baldosas de cerámica, pilares, dinteles y arcos musulmanes. Destaca un zaguán de entrada a un patio, que Castillo ha calificado de "muy importante". Lo más sorprendente, según Castillo, es que los restos de los anexos del alcázar no se corresponden con las descripciones que hizo el arquitecto Ardemans en el siglo XVIII.

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