Portugal empieza a sentir los graves efectos económicos de la huelga aduanera

La huelga de los aduaneros portugueses, que afecta al tráfico comercial con España, empieza a tener graves repercusiones sobre la economía lusa. El paro es seguido por la mayoría de los 8.500 funcionarios, que temen perder su trabajo cuando entre en vigor el mercado único, que prevé la libre circulación de mercancías en la CE a partir de 1993.Esta huelga comenzó el 16 de junio, pero se suspendió el 29 al aceptar los sindicatos la reanudación de las negociaciones para mejorar el plan de reconversión de los funcionarios propuesto por el Gobierno. Tras fracasar las negociaciones, la huelga se rea...

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La huelga de los aduaneros portugueses, que afecta al tráfico comercial con España, empieza a tener graves repercusiones sobre la economía lusa. El paro es seguido por la mayoría de los 8.500 funcionarios, que temen perder su trabajo cuando entre en vigor el mercado único, que prevé la libre circulación de mercancías en la CE a partir de 1993.Esta huelga comenzó el 16 de junio, pero se suspendió el 29 al aceptar los sindicatos la reanudación de las negociaciones para mejorar el plan de reconversión de los funcionarios propuesto por el Gobierno. Tras fracasar las negociaciones, la huelga se reanudó el lunes y se prolongará hasta el próximo sábado.

Unos 250 efectivos de la GNR -versión portuguesa de la Guardia Civil- se encuentran apostados en la frontera de Vilar Formoso, por la que transita la mayor parte del transporte internacional por carreteras, para impedir la acción de los piquetes. El Ministerio de Hacienda ha autorizado la libre circulación de camiones sin abonar aranceles, lo que ha contrariado aún más a los huelguistas, que amenazan con medidas más "duras". Esto puede llevar a que los conductores se nieguen a cruzar la frontera por razones de seguridad.

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La suspensión de la huelga el día 29 había permitido que los 2.500 camiones que se encontraban retenidos en las fronteras y terminales de Lisboa y Oporto pudieran reanudar su marcha. Pero el nuevo paro puede crear rápidamente nuevos atascos, como ya ocurre en Fuentes de Oñoro, en el preciso momento en que se espera la llegada de más de mil camiones que escaparon del bloqueo de las carreteras francesas.

Más del 70% del comercio externo portugués -y la casi totalidad de los intercambios con España- se realiza mediante el transporte por carretera. Por ello, la huelga aduanera empieza, a afectar gravemente a la economía lusa. Las pérdidas se consideran incalculables, según la Confederación del Comercio Portugués. La Confederación de la Industria (CIP) afirma que varias fábricas se encuentran parcialmente paralizadas.

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