Las multinacionales acusan a Campsa de discriminar en el cobro del almacenaje

Las multinacionales petroleras no accionistas de Campsa acusan de abuso de posición dominante a esta empresa por considerar que les cobra más caro que a sus accionistas (Repsol, BP Oil -antigua Petromed- y CEPSA, participada por la francesa Elf Aquitaine) en la utilización de sus depósitos de almacenaje y transporte. Estas compañías, que califican el sistema español de oligopolio, han amenazado con denunciar a Campsa en Bruselas, al tiempo que se plantean la construcción de terminales propios en distintos puntos de España.

Fuentes de estas multinacionales señalan que las tarifas, que se...

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Las multinacionales petroleras no accionistas de Campsa acusan de abuso de posición dominante a esta empresa por considerar que les cobra más caro que a sus accionistas (Repsol, BP Oil -antigua Petromed- y CEPSA, participada por la francesa Elf Aquitaine) en la utilización de sus depósitos de almacenaje y transporte. Estas compañías, que califican el sistema español de oligopolio, han amenazado con denunciar a Campsa en Bruselas, al tiempo que se plantean la construcción de terminales propios en distintos puntos de España.

Fuentes de estas multinacionales señalan que las tarifas, que se aplican desde el 1 de julio, como paso previo a la desaparición del monopolio, llegan a costar hasta tres veces más que a los accionistas de Campsa.Las nuevas tarifas, fueron comunicadas, una a una, a cada multinacional por Campsa -incluidas las que son accionistas en fechas previas al 1 de julio. En la actualidad, y hasta que desaparezca definitivamente el monopolio de petróleos (previsiblemente a final de año), una multinacional no puede comprar productos en una refinería española directamente, estando obligada a traerlos hasta los distintos puntos de almacenaje que existen y que, en su mayoría, son propiedad de Campsa. Lo más normal es que los transporten en barcos y los descarguen en los depósitos Portuarios. De ahí, posteriormente, los cargan en camiones o en otros medios de transportes. Ese almacenaje es el que ha sufrido un cambio en la tarifa.

Según fuentes de Campsa, esas tarifas son para todas las operadoras iguales, excepto para las que tienen una refinería próxima a los terminales". Sin embargo, fuentes de las multinacionales no socias (Total, Shell, Exxon, Conoco, Agip, Petrogal...) manifiestan que, en la práctica, Ias operadoras socias han pactado intercambiar productos entre ellos para poder disfrutar de precios reducidos en los distintos puntos de España". Eso provoca, según dichas fuentes, que se produzcan diferenciales de precios de entre dos y tres pesetas por litro entre una operadora no socia de Campsa y otra que sí lo es. Las fuentes de Campsa aseguran que no existe discriminación.

Según datos de las multinacionales, 1.000 litros transportados a Madrid cuestan 2.495 pesetas a las socias de Campsa y 4.281 a las no socias. En Vizcaya, donde está Petronor, los precios son de 732 y 1785 pesetas, y en Sevilla -zona de influencia CEPSA- de 1.522 y 3.127, respectivamente. En Valencia, la diferencia es menor (1.455 y 1.776); pero en Castellón, donde está la refinería de BP 011, es de 898 y 2.335.

Las diferencias en los precios no se produce, sin embargo, en las zonas donde hay sistemas logísticos alternativos a los de Campsa. Es el caso de Cataluña, donde la firma Capesa ha construido un terminal -en el puerto de Barcelona- con precios de alrededor de 700 pesetas por 1.000 litros. "Ello ha obligado a que Campsa también haya rebajado sus precios a cifras similares y que en Cataluña no se produzca discriminación como en otras zonas de España", según una fuente de una empresa anglosajona. "Los consumidores directos", subraya esa fuente, "están pagando hoy siete y ocho pesetas menos por litro que los de Madrid, Andalucía o Galicia".

Críticas a la CE

"Un sistema efectivo de competencia reduciría hoy los precios al público de los productos petrolíferos alrededor de un l0%", dice esa misma fuente.

Tampoco se salva de las críticas la Dirección General de la Competencia de la Comunidad Europea. Según las empresas consultadas, "la DG-4 [la mencionada dirección] no ha cumplido en absoluto con su obligación ya que la situación de monopolio real no sólo no ha cambiado, sino que las barreras de entrada se han incrementado en la práctica. Por su parte, el Tribunal de la Competencia español ni siquiera ha entrado en el tema a pesar de tratarse de una situación oligopolista en uno de los sectores más importantes de la economía española".

Ante esta situación, muchas multinacionales han asegurado que elevarán una denuncia formal ante la CE "si no cambia". En ese sentido, han manifestado que "las nuevas tarifas logísticas son tres o cuatro veces superiores a las habituales en Europa para este tipo de servicios. Ello deja en la práctica fuera de la mayor par te del mercado español a las sociedades que no pertenecen al accionariado de Campsa y consolida la situación de oligopolio que los socios del antiguo monopolio han venido buscando".

Mientras tanto, las multinacionales no socias se han propuesto renunciar a utilizar los almacenes de Campsa y abrir, incluso, sus propios terminales, lo que, según los expertos del sector, les saldría más barato. Ello puede provocar que haya excesiva capacidad a medio plazo. De hecho, Campsa no llena su capacidad de 31 millones de toneladas.

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