Reportaje:

Sin pena ni gloria

Los vecios del distrito donde más se votó al PP dicen que su gestión no se ha notado

Miguel Cantos tiene 52 años y presume de saber decir no: no a un garaje, no a una piscina al aire libre y no al asfaltado de una calle. Si no se puede, no se puede, dice este empresario del PP que lleva tres años (dos por la coalición CDS-PP y uno con el PP) como concejal de Chamartín.Y se lo dice igual a los inquilinos de la colonia del Viso, donde se agrupan los chalés más caros de la ciudad, que a las 18 familias chabolistas de la colonia Aster. A éstos, en concreto, les ha reconocido claramente que asume la responsabilidad de su realojo y que esperen un poco que todo se arreglará, pero est...

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Miguel Cantos tiene 52 años y presume de saber decir no: no a un garaje, no a una piscina al aire libre y no al asfaltado de una calle. Si no se puede, no se puede, dice este empresario del PP que lleva tres años (dos por la coalición CDS-PP y uno con el PP) como concejal de Chamartín.Y se lo dice igual a los inquilinos de la colonia del Viso, donde se agrupan los chalés más caros de la ciudad, que a las 18 familias chabolistas de la colonia Aster. A éstos, en concreto, les ha reconocido claramente que asume la responsabilidad de su realojo y que esperen un poco que todo se arreglará, pero este año no ha podido.

Lección aprendida

Sus vecinos también han aprendido a decir no: "No hemos notado la gestión del PP". Y tal vez eso, señalan algunos dirigentes de asociaciones vecinales, sea lo peor que se pueda decir de un mandato: continuista.

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Chamartín cuenta con sólo un 7% de obreros (36% en Vallecas), y otro tanto de parados (14% en Vallecas). Además, posee una de las tasas más altas de universitarios de la capital: el 23% de la población tiene carrera, frente al 1,5% de Vallecas.

Pocos problemas de drogas y menos de delincuencia. En su interior hay barrios como el del Viso y calles como la del Príncipe de Vergara o la de Alberto Alcocer, donde duermen parte de los ciudadanos más adinerados de la ciudad. El PP ganó en todos los barrios, incluido el de Prosperidad, que tal vez sea el más humilde en el aspecto económico.

Sin embargo, desde la junta municipal se pretende ejercer una política "no para señoritos, sino para la gente normal". Por eso, donde se ha ejercido mayor hincapié es en las dotaciones y actividades de los colegios públicos. En la junta se alardea de que todos los ginmasios públicos del distrito están cubiertos y de que las subvenciones se reparten con el fin de que los colegios públicos no tengan nada que envidiar a los privados.

Los delegados de varios restaurantes de Alberto Alcocer respondieron que en un año todo seguía igual. "Tranquilos y seguros", dijo un responsable del restaurante Gerardo.

Otros propietarios de locales de diversión coincidieron con él: "Ni para bien ni para mal, no se nota el cambio", concluyen los vecinos.

El aparcacoches del top-less Crazy Horse, en Alberto Alcocer, dijo que en sus muchas horas de estancia en la calle había observado una clara diferencia con el Gobierno socialista: ahora la policía se deja ver más. Sin embargo, el dueño del salón Pipe Pub, en la misma calle, dijo que, a pesar de que todo seguía igual... de bien, no vendría nada mal un poco más de vigilancia.

Los vecinos de esa calle, que sube desde el estadio Bernabéu hasta la plaza de la República Dominicana, ven por estas fechas cómo los coches aparcan en doble y en triple fila y se suben a las aceras, y la música se oye hasta las cinco de la madrugada.

La permisividad en ese aspecto es ancha. Igual que en el de la circulación. "Soy consciente", dice el concejal, "de que apenas hay sitio para aparcar, por eso somos tolerantes a la hora de poner multas de tráfico".

La presidenta de la Asociación de Vecinos Valle-Inclán, Gisela Myller, tras más de 20 años en el distrito, se queja de que los coches siguen inundando la calle y las instalaciones deportivas que pidieron hace años aún no se han concedido. Pero Blanco argumenta que esa asociación está demasiado politizada por el lado izquierdo.

Puño y letra

Otra virtud que se otorga el concejal: la de responder de puño y letra 100 cartas al mes. Que si quíteme usted este semáforo, déme una casa, un foco, o lo que sea. Muchas veces es para decir no, pero lo da por bien empleado.

A pesar de que Cantos trabaja hasta los domingos en su despacho, donde descansa en un marco una fotografía dedicada de Manuel Fraga Iribarne, las grandes lacras persisten: la calle de López de Hoyos sigue inundada de coches -"ahí invertiremos el próximo año la mayor partida de mi presupuesto"-. "Tan sucia y tan llena de humo y automóviles como cuando gobernaban los socialistas", es la opinión que le merecía su calle a una vecina de López de Hoyos.

Tres líneas de autobuses y las obras constantes en las aceras hacen de esta vía un lugar intransitable para peatones y conductores. Un total de 125 millones es lo que hay destinado el año próximo, y no serán suficientes. Será casi al final de la legislatura cuando el PP solvente el problema de esta vía.

Siempre habrá ricos y pobres, pero pocas veces vivirán tan juntos como en Chamartín. Al lado de las oficinas más caras de España se encuentran las chabolas de más de 30 familias.

Los usuarios de la autovía de circunvalación M-40 pueden apreciar el contraste desde sus vehículos. Además, hay contabilizadas más de 40 viviendas que no disponen de cuarto de baño. "No depende sólo de mí; están la Administración central y la autonómica, pero no trato de eludir mi responsabilidad y la del Ayuntamiento", dice Blanco.

¿Dónde está la solución a todo ello? Para el responsable de la junta, en la inciativa privada: "Hay que incentivarla para que construya a gusto en el barrio".

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