Luto en Galicia por los niños muertos

Un total de 16 jóvenes de entre 13 y 14 años continuaban ayer hospitalizados en centros sanitarios de Santiago y Pontevedra, donde se recuperaban de las heridas sufridas al caer el jueves por un barranco el autobús en el que viajaban de excursión. En el accidente murieron otros cinco muchachos, todos ellos alumnos de octavo de EGB del colegio Divina Pastora, de Monforte de Lemos (Lugo).El balance definitivo de heridos asciende a 29, de los cuales 13 fueron dados de alta ayer, entre ellos Francisco Javier Aira, uno de los profesores que acompañaba a los adolescentes de excursión a las Rías Baja...

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Un total de 16 jóvenes de entre 13 y 14 años continuaban ayer hospitalizados en centros sanitarios de Santiago y Pontevedra, donde se recuperaban de las heridas sufridas al caer el jueves por un barranco el autobús en el que viajaban de excursión. En el accidente murieron otros cinco muchachos, todos ellos alumnos de octavo de EGB del colegio Divina Pastora, de Monforte de Lemos (Lugo).El balance definitivo de heridos asciende a 29, de los cuales 13 fueron dados de alta ayer, entre ellos Francisco Javier Aira, uno de los profesores que acompañaba a los adolescentes de excursión a las Rías Bajas para celebrar el final de curso. Los 13 jóvenes que continúan hospitalizados evolucionaban favorablemente de sus heridas, según informaron los respectivos centros sanitarios.

El Ayuntamiento de Monforte de Lemos declaró el día de ayer jornada de luto oficial. A última hora de la tarde estaba previsto que se celebrase un funeral conjunto por las cinco víctimas mortales en una gran explanada que rodea al colegio de los Padres Escolapios de la ciudad. A continuación,los jóvenes iban a ser enterrados por separado en cada una de sus parroquias.

El accidente se produjo sobre las 10.00 horas del jueves al despeñarse el autobús por un barranco de unos 30 metros en el alto de A Rocha de San Sebastián, entre los municipios pontevedreses de Silleda y A Estrada. Las declaraciones de los testigos y del gobernador civil de Pontevedra, Jorge Parada, coincidieron en atribuir el accidente a un fallo del conductor. El chófer no calculó las distancias en un tramo de carretera estrecho y sinuoso y acercó el vehículo al borde del precipicio.

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