A vueltas con los mandos

La decisión de mantener a España fuera de la estructura integrada de mandos permitió soslayar las complicaciones planteadas por la creación de un submando español, pero no evitó los problemas ocasionados por la coincidencia de la zona de interés español con varios mandos aliados.El territorio español quedaba fuera de la competencia de los mandos de la OTAN, lo que facilitó la negociación de los acuerdos Affa, defensa del territorio, y Beta, defensa aérea. La desaparición del mando del Mediterráneo Occidental (Medoc), tras la salida de Francia de la estructura militar, también sim...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La decisión de mantener a España fuera de la estructura integrada de mandos permitió soslayar las complicaciones planteadas por la creación de un submando español, pero no evitó los problemas ocasionados por la coincidencia de la zona de interés español con varios mandos aliados.El territorio español quedaba fuera de la competencia de los mandos de la OTAN, lo que facilitó la negociación de los acuerdos Affa, defensa del territorio, y Beta, defensa aérea. La desaparición del mando del Mediterráneo Occidental (Medoc), tras la salida de Francia de la estructura militar, también simplificó el acuerdo sobre dicha zona.

En cambio, el acuerdo sobre el Atlántico Oriental tuvo que ser detalladamente discutido con Portugal, recelosa de la pérdida de competencias del submando de Lisboa (Iberlant). Más complejo aún resultó negociar el acuerdo sobre el Estrecho, por la negativa española a reconocer o coordinarse con el submando aliado de Gibraltar (Gibmed).

Más información

Finalmente, se optó por la coordinación indirecta a través del mando de Lisboa, para el Atlántico, y del mando aliado para el Sur de Europa (Afsouth), con sede en Nápoles, para el Mediterráneo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En