Ross Perot sería presidente de EE UU si las elecciones se celebrasen hoy

En el último gran martes de primarias en Estados Unidos, el día en el que Bill Clinton celebraba su proclamación oficial como el candidato demócrata a la Casa Blanca y George Bush obtenía victorias contundentes en los seis Estados donde se celebraron elecciones, Ross Perot vino a amargarles la fiesta a ambos. Aunque no participó en los comicios, las encuestas demostraron que el multimillonario tejano es preferido por muchos votantes de los dos grandes partidos y que cuenta con el apoyo suficiente como para alcanzar la victoria si las elecciones presidenciales se celebrasen en este momento.
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En el último gran martes de primarias en Estados Unidos, el día en el que Bill Clinton celebraba su proclamación oficial como el candidato demócrata a la Casa Blanca y George Bush obtenía victorias contundentes en los seis Estados donde se celebraron elecciones, Ross Perot vino a amargarles la fiesta a ambos. Aunque no participó en los comicios, las encuestas demostraron que el multimillonario tejano es preferido por muchos votantes de los dos grandes partidos y que cuenta con el apoyo suficiente como para alcanzar la victoria si las elecciones presidenciales se celebrasen en este momento.

Ross Perot dispone, según los sondeos de los canales de televisión, del respaldó de una mayoría de votantes demócratas y republicanos en California, Ohio y Nueva Jersey, tres de los Estados donde el martes se celebraron elecciones. En California, el Estado con más población y que mayor número de votos electorales aporta, Perot es preferido a Clinton entre los propios demócratas y tiene también actualmente más apoyo que Bush entre los republicanos. En Ohio ocurre lo mismo en las filas demócratas, aunque no entre los republicanos.En el conjunto de personas que el martes acudieron a votar en esos tres Estados y en los de Montana, Alabama y Nuevo México, un 38% aseguró que votará por Perot el 3 de noviembre, un 29% por Clinton y un 25% por Bush.

El presidente parecía tranquilo al conocer los resultados en la Casa Blanca y expresó su esperanza de que "a medida que pase el tiempo los norteamericanos se irán dando cuenta de quién es la persona con mejores ideas y en quién se puede confiar para dejarle el liderazgo de este país". Horas después de las elecciones se anunció, sin embargo, la dimisión de una de las principales responsables de la campaña del presidente, lo que resucitó los rumores sobre próximos cambios en el entorno de Bush.

Para Bill Clinton, que el martes alcanzó por fin el número de delegados suficientes para ser proclamado oficialmente candidato en la convención demócrata de julio, éste debía haber sido un día de celebración. El gobernador de Arkansas obtuvo victorias claras en cinco Estados y se impuso también en California, donde tuvo que enfrentarse a un ex gobernador de este Estado, Jerry Brown.

Sin embargo, después de cinco meses batallando con las urnas de primaria en primaria, desde New Hampshire a California, defendiéndose de acusaciones sobre su vida privada y desmintiendo su falta de talla para medirse a Bush, Bill Clinton llega al final de este proceso sin haber convencido al electorado de que representa la alternativa que necesita este país en crisis.

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La estrella de la noche

Pese a su éxito, Ross Perot no quiso abandonar en ninguna de las entrevistas concedidas el martes -fue la estrella de la noche en los programas de televisión- su calidad de "ciudadano privado". El millonario tejano dijo que anunciará oficialmente su candidatura "cuando el pueblo lo decida", pero no se espera que sea antes de finales de este mes.Perot dio ayer un nuevo golpe de efecto al contratar a dos de los más prestigiosos consejeros políticos de los partidos Demócrata y Republicano. El anuncio de que Hamilton Jordan, ex jefe de la campaña que llevó a Jimmy Carter a la presidencia, y Ed Rollins, el ex jefe electoral de Ronald Reagan, habían sido contratados por la generosa chequera de Perot despertó todo tipo de susceptibilidades entre demócratas y republicanos, informa Emma Roig desde Nueva York. "Perot es el futuro de este país", declaró ayer desde Dallas Jordan. Hamilton Jordan es el asesor que dirigió la estrategia para convertir al productor de cacahuetes Jimmy Carter en presidente de Estados Unidos.

Rollins, por su parte, el artífice de la campaña para la reelección de Ronald Reagan en 1984, dijo que creía que Perot era el único capaz de "poner en marcha la economía y conseguir que cambie la manera en que la maquinaria de Washington trabaja". Rollins explicó que acababa de declinar una oferta del equipo electoral de Bush porque prefería unirse a las filas de Perot.

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