Occhetto propone la "refundación moral" de los ex comunistas del PDS

Achille Oechetto, secretario del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), propuso ayer nuevas bases para la "refundación moral" de su joven partido, mediante una reducción de gastos que implicará "menos cuadros profesionales de la política, más participación y más voluntariado". Y lo hizo en Bolonia, la plaza fuerte del extinto Partido Comunista Italiano (PCI) y la ciudad donde, en noviembre de 1989, él mismo condujo su transformación en el actual PDS.

El mensaje de Occhetto se produce como reacción a la comunicación oficial, cursada el pasado miércoles por el magistrado Antonio di Pi...

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Achille Oechetto, secretario del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), propuso ayer nuevas bases para la "refundación moral" de su joven partido, mediante una reducción de gastos que implicará "menos cuadros profesionales de la política, más participación y más voluntariado". Y lo hizo en Bolonia, la plaza fuerte del extinto Partido Comunista Italiano (PCI) y la ciudad donde, en noviembre de 1989, él mismo condujo su transformación en el actual PDS.

El mensaje de Occhetto se produce como reacción a la comunicación oficial, cursada el pasado miércoles por el magistrado Antonio di Pietro, de que Gianni Cervetti, diputado, miembro de la dirección nacional del PDS, se encuentra implicado en el tráfico de comisiones ilegales que se investiga en Milán. Cervetti dimitió de todos sus cargos al conocer esta noticia, y su partido anunció que no pondrá objeciones parlamentarias para que sea procesado, si llega el caso.De momento, ha subido a 35 el número de personalidades políticas investigadas en relación con el escándalo. De ellas, 19 son socialistas, la formación que ha regido la ciudad durante la última década, seis democristianas, seis del PDS, dos republicanas, una socialdemócrata y una independiente.

Sergio Radaelli, financiero oculto del Partido Socialista Italiano (PSI), afirmó, al parecer, ante el juez que una cuenta con más de 1.000 millones de pesetas que tenía en Suiza era del partido, lo que ha supuesto un nuevo golpe a la imagen del líder, Bettino Craxi, cuando se aproximan las negociaciones para la formación del Gobierno. Sin embargo, para el "partido de las manos limpias" (consigna asumida por el PDS desde su fundación), las repercusiones internas del escándalo milanés son aún más graves. Samarcanda, un programa de televisión de gran audiencia emitido en la noche del jueves por la cadena de la RAI que controla el PDS, reflejó el nivel de contestación existente, cuando Occhetto, desde el estudio, se vio frente a una conexión en directo con una sección del partido en Milán, cuyos militantes, rodeados de banderas del antiguo PCI, le pedían la devolución "del dinero robado".

Tenso hasta el límite, Occhetto replicaba que los sucesos de Milán afectan "a un pequeño núcleo" del PDS ajeno a la dirección central y que se ha visto arrastrado por "el complejo político-empresarial", mientras los afiliados le recriminaban. "Que no venga nadie más a decirnos que nos ha contagiado un sistema enfermo", decían.

Claudio Martelli, ministro de Justicia y número dos de Craxi, presente también en el debate, acudió en defensa interesada del líder ex comunista, sugiriéndole que, en lugar de insistir en la cuestión moral, planteara el asunto de Milán en el contexto "del problema de la financiación de los partidos políticos", como hace Craxi. "¿Por qué quieres estar aparte?", dijo Martelli a Occhetto.

Y ahí Occhetto saltó sin control: "¿Qué tienes tú que hablar de Milán? Tú eres ministro de Justicia y tendrías que hablar de Sicilia. ¿Qué has conseguido en Sicilia?", le gritó a Martelli cinco días después del asesinato del juez anti-Mafia Giovanni Falcone. "Somos culpables y lo reconocemos, pero no queremos ser los únicos culpables", concluyó Occhetto.

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