Guerra de declaraciones entre Yeltsin y los parlamentarios rusos

Los parlamentarios exigieron ayer al presidente ruso, Borís Yeltsin, que informe al legislativo sobre cómo se están cumpliendo las resoluciones del VI Congreso de Diputados del Pueblo, que preveían la aplicación de una política económica diferente de la actual.

Numerosos diputados están muy molestos debido a las declaraciones que ha hecho Yeltsin durante sus últimas giras por Rusia y al peligro de que convoque un referéndum para aprobar las bases de la nueva Constitución, lo que implicaría la disolución del Congreso. "Les pido que reúnan el millón de firmas necesario para organizar...

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Los parlamentarios exigieron ayer al presidente ruso, Borís Yeltsin, que informe al legislativo sobre cómo se están cumpliendo las resoluciones del VI Congreso de Diputados del Pueblo, que preveían la aplicación de una política económica diferente de la actual.

Numerosos diputados están muy molestos debido a las declaraciones que ha hecho Yeltsin durante sus últimas giras por Rusia y al peligro de que convoque un referéndum para aprobar las bases de la nueva Constitución, lo que implicaría la disolución del Congreso. "Les pido que reúnan el millón de firmas necesario para organizar un referéndum sobre dos problemas importantísimos: una nueva Constitución y la propiedad privada sobre la tierra", dijo Yeltsin el miércoles en Barnaul, capital del territorio de Altái. A finales del mes pasado, en la ciudad de Cherepovets, el presidente había exclamado: "¡El Congreso tiene hartos a todos, hay que terminar con él!".

El diputado Yevgueni Tarásov acusó ayer a Yeltsin de "desacreditar la autoridad" del Parlamento con estas declaraciones. Pero lo que realmente está en juego es el futuro del proceso reformista en Rusia. Ya el VI Congreso se negó a permitir la libre compraventa de la tierra, sin la cual es prácticamente imposible realizar una auténtica reforma agraria. Y está claro que la próxima vez que se reúna puede torpedear las reformas del presidente Yeltsin y destituir al Gobierno. Por eso los políticos progresistas y el equipo gobernante desean la desaparición del Congreso.

Otro problema que hizo caldear los ánimos en la sesión de ayer fue el conflicto que enfrenta a Osetia del Sur con Georgia. "Los dirigentes georgianos deben comprender que los actos cometidos en Osetia del Sur no continuarán sin castigo", declaró el vicepresidente de la república, Alexandr Rutskói.

El vicepresidente apoyó el bloqueo, por parte de Osetia del Norte, del gasoducto a los georgianos y la carretera que une a esta república con Georgia.

Osetia del Sur ha declarado su independencia de Georgia y de sea reunificarse con Osetia del Norte, república que en la actualidad forma parte de la Federación Rusa.

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