A la búsqueda de sal

Temerosos de que el bloqueo internacional haga aún más precaria la situación en que se encuentran, los serbios acumulaban ayer a la desesperada todo tipo de víveres y recorrían decenas de comercios a la búsqueda de sal, el preciado condimento que ha desaparecido de todos los establecimientos. Los 10 millones de serbios comienzan a tomarse en serio las amenazas europeas y norteamericanas sobre una posible intervención armada contra esa república.Mientras, la guerra continuaba en Bosnia-Herzegovina, a pesar del alto el fuego. Los combates más sangrientos se desarrollaron desde primera hora de la...

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Temerosos de que el bloqueo internacional haga aún más precaria la situación en que se encuentran, los serbios acumulaban ayer a la desesperada todo tipo de víveres y recorrían decenas de comercios a la búsqueda de sal, el preciado condimento que ha desaparecido de todos los establecimientos. Los 10 millones de serbios comienzan a tomarse en serio las amenazas europeas y norteamericanas sobre una posible intervención armada contra esa república.Mientras, la guerra continuaba en Bosnia-Herzegovina, a pesar del alto el fuego. Los combates más sangrientos se desarrollaron desde primera hora de la mañana en la ciudad de Tuzla, de población mayoritariamente musulmana y situada a unos 80 kilómetros al norte de Sarajevo. -

Más información

En la tarde de ayer aún no había comenzado la evacuación de los cuatro cuarteles del Ejército serbio-yugoslavo en Sarajevo. Ratko Mladic, jefe de ese Ejército, afirmó que puede declararse una batalla urbana que destruya la capital bosnia si las fuerzas musulmanas tratan de atacar a los soldados al emprender la retirada.

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