Cinco muertos en el conflicto de Tayikistán

Al menos cinco personas murieron ayer en Tayikistán en los primeros enfrentamientos armados que se producen en esta república del Asia Central desde que hace 41 días la oposición democrática e islámica iniciara una manifestación ininterrumpida en el centro de la capital tayika, Dusharibé. La oposición trata de forzar la caída del presidente, el veterano ex comunista Rajmán Nabíyev.La cifra de cuatro muertos la dieron fuentes de la oposición islámica. Un médico apareció a media tarde por la televisión local, que fue tomada por un grupo de opositores "espontáneos", para anunciar que tres per...

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Al menos cinco personas murieron ayer en Tayikistán en los primeros enfrentamientos armados que se producen en esta república del Asia Central desde que hace 41 días la oposición democrática e islámica iniciara una manifestación ininterrumpida en el centro de la capital tayika, Dusharibé. La oposición trata de forzar la caída del presidente, el veterano ex comunista Rajmán Nabíyev.La cifra de cuatro muertos la dieron fuentes de la oposición islámica. Un médico apareció a media tarde por la televisión local, que fue tomada por un grupo de opositores "espontáneos", para anunciar que tres personas habían ingresado cadáveres en su hospital y una más se encontraba en estado crítico. A su vez, un portavoz del Ministerio de Exteriores tayiko indicó que activistas opositores abrieron fuego contra una manifestación progubernamental y dieron muerte a una persona.

El primer enfrentamiento mortal se produjo cuando una columna de opositores se desplazó a las afueras de la capital para tratar de impedir el acceso a ella de un grupo de partidarios del Gobierno. Cuando representantes de ambas partes habían iniciado el diálogo, llegaron fuerzas de la Guardia Nacional y abrieron fuego. Después de este choque, la violencia se extendió por la ciudad y el Gobierno decretó el toque de queda. Sin embargo, en la noche de ayer trascendió la noticia de que el Gobierno y la oposición musulmana habían llegado a un acuerdo que prevé el fin de los enfrentamientos y el desarme de la Guardia Nacional.

El temor a un baño de sangre cundió el lunes después de que Nabíyev dejara claro que no iba a tolerar por más tiempo que decenas de miles de opositores ocuparan con sus tiendas de campaña el centro de la ciudad. El antiguo comunista obtuvo el pasado viernes poderes extraordinarios del Parlamento, y el domingo restituyó como presidente de la Cámara a Safarali Kendzháyev, cuya caída, dos semanas antes, había aplacado temporalmente los ánimos de la oposición contra el Gobierno.

Horas antes de que los guardias nacionales empezaran a hacer uso de sus armas de fuego, Kendzháyev anunció que ante las "peticiones sobrenaturales" que planteaban los manifestantes de la oposición se iba a tener que responder "con las medidas que se utilizan en los países civilizados". Cuando se le pidió que aclarara cuáles eran esas medidas, aludió, con una sonrisa en los labios, a los métodos utilizados el fin de semana en Los Ángeles.

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