Tribuna:

Jornada de tanteo

Las posibilidades de que la Bolsa, en el más amplio alcance geográfico del término, toque fondo un día de estos está produciendo constantes movimientos de ida y vuelta, para alegría de la inversión a corto y desesperación del largo plazo.Esta vez se impuso el reflujo de papel, sin que ello haya traído consigo una imposición clara de las posiciones compradoras. Para que el flujo comprador llegue a producirse hacen falta resultados económicos positivos, algo que de momento no parece estar al alcance de la mano. Los departamentos de análisis no hacen más que darle vueltas al último informe del FM...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las posibilidades de que la Bolsa, en el más amplio alcance geográfico del término, toque fondo un día de estos está produciendo constantes movimientos de ida y vuelta, para alegría de la inversión a corto y desesperación del largo plazo.Esta vez se impuso el reflujo de papel, sin que ello haya traído consigo una imposición clara de las posiciones compradoras. Para que el flujo comprador llegue a producirse hacen falta resultados económicos positivos, algo que de momento no parece estar al alcance de la mano. Los departamentos de análisis no hacen más que darle vueltas al último informe del FMI, de cuya primera lectura no puede extraerse más que una conclusión: la recuperación económica se retrasa y el enfriamiento puede, por tanto, durar algún tiempo más.

La ausencia de papel a lo largo de la mañana dio como resultado un discreto avance del índice general en lo que constituía una apuesta clara por una apertura alcista en Wall Street.

La primera hora de sesión del mercado neoyorquino confirmó esas expectativas, pero el recorte posterior puso otra vez las cosas en su sitio, lo que supone mantener abiertas todas las incógnitas. El índice de Madrid ganó al cierre de esta jornada un 0,18%.

Archivado En