Bush y el medio ambiente

En EL PAÍS del 26 de marzo de 1992 se nos comunicaba una mala noticia: Bush condiciona la reducción del CO2 al impacto sobre el empleo. La verdad es que por más que lo intento no puedo comprender la ciega actitud de Estados Unidos en esta materia; cuando hace poco sus científicos alertaban a la opinión pública sobre el peligro inminente que supone el creciente avance del agujero de ozono en los dos polos de la Tierra, y hasta la misma NASA sobre el calentamiento global del planeta, sin embargo, se decide retrasar la prohibición definitiva de la producción de clorofluorocarbonos; y ahora...

En EL PAÍS del 26 de marzo de 1992 se nos comunicaba una mala noticia: Bush condiciona la reducción del CO2 al impacto sobre el empleo. La verdad es que por más que lo intento no puedo comprender la ciega actitud de Estados Unidos en esta materia; cuando hace poco sus científicos alertaban a la opinión pública sobre el peligro inminente que supone el creciente avance del agujero de ozono en los dos polos de la Tierra, y hasta la misma NASA sobre el calentamiento global del planeta, sin embargo, se decide retrasar la prohibición definitiva de la producción de clorofluorocarbonos; y ahora que parecen abrirse buenas expectativas para el medio ambiente ante la próxima Cumbre de la Tierra convocada por las Naciones Unidas en Río de Janeiro (Brasil), de la que pueden lograrse acuerdos muy importantes sobre reducción del C02- Sin embargo, Bush advierte que no cederá a las presiones de otros líderes mundiales.Muy mal se plantea nuestro futuro cuando una de las primeras potencias del mundo y primera productora de CO2 se niega a establecer limitaciones específicas a las emisiones de este gas causante del efecto invernadero.

No es casualidad que los mismos motivos económicos que han sido históricamente los causantes de la progresiva destrucción del planeta, y con ella la nuestra, son los que ahora se arguyen para oponerse a tomar las medidas oportunas para frenarla.-