Orlando, el voto anti-Mafia en Italia

Leoluca Orlando, líder del movimiento La Rete, no sólo ha conseguido en un año hacerse con un 1,9% de los votos italianos sino que ha salido de las urnas como el tercer político del país preferido por los electores, detrás de Umberto Bossi, el líder de la Liga del Norte, y del ex comunista Achille Occhetto. Su movimiento ha sido parangonado a la Liga, porque tiene mucho de protesta contra el sistema. Pero, al margen de ser más de izquierdas, incluye un acento político anti-Mafia que le distingue y que ha encontrado eco en todo el territorio italiano.La Rete (La Red) no ha salido de las eleccio...

Leoluca Orlando, líder del movimiento La Rete, no sólo ha conseguido en un año hacerse con un 1,9% de los votos italianos sino que ha salido de las urnas como el tercer político del país preferido por los electores, detrás de Umberto Bossi, el líder de la Liga del Norte, y del ex comunista Achille Occhetto. Su movimiento ha sido parangonado a la Liga, porque tiene mucho de protesta contra el sistema. Pero, al margen de ser más de izquierdas, incluye un acento político anti-Mafia que le distingue y que ha encontrado eco en todo el territorio italiano.La Rete (La Red) no ha salido de las elecciones del pasado 5 de abril como un fenómeno siciliano o siquiera meridional. Sólo el 43% de sus votos proceden de esas regiones y sus 12 diputados se distribuyen por Turín, Milán, Verona, Roma y Nápoles, además de por Catania y Palermo. Todos ellos tienen, en cambio, alguna relación con la lucha política anti-Mafia, si se exceptúa, quizá, al ex alcalde comunista de Turín, Diego Novelli. Así, Nando dalla Chiesa, el nuevo diputado milanés de La Rete, es hijo del general asesinado en 1982 por la Mafia, que también segó la vida del padre del senador de La Rete Cármine Mancuso. Otros parlamentarios del grupo son Alfredo Galasso, abogado de la familia Dalla Chiesa y el juez Carlo Palermo.

La denuncia de la Mafia fue, además, el caballo de Troya de Orlando como alcalde de su ciudad natal, donde ha provocado una verdadera escisión en la Escuela de Sociología de los jesuitas, a la que permanece muy ligado. Ennio Pintacuda, calificado despectivamente de "jesuita uruguayo" por el presidente de la República, Francesco Cossiga, apoya a La Rete, mientras el director, Bartolomé Sorge, eminencia gris de los sucesores de San Ignacio, sigue vinculado a los democristianos.

Tras su triunfo electoral, el único claro junto con el de Bossi, Orlando ha asegurado que "La Rete no entrará ni en el mejor de los gobiernos que pudieran formarse", sino que se mantendrá en la oposición, dejando a sus componentes plena libertad de voto para promover la abolición de la inmunidad parlamentaria, la defensa de una justicia independiente y la introducción de la elección directa de los alcaldes y las máximas magistraturas del Estado.

Con ese mensaje, logró en Palermo el 24,5% de los votos, que le sitúa todavía detrás de la DC, con un 35,1%. El análisis de los resultados globales no permite, por otra parte, afirmar que La Rete haya sido la artífice de la tendencia a la normalización del voto meridional que se ha observado en estas elecciones, en el sentido de que la DC no ha logrado compensar en el sur las pérdidas que ha sufrido en el norte.