GOLPE A LA DIRECCIÓN TERRORISTA

García Vargas urge a los militares a que no descuiden su protección

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, exhortó ayer a los miembros de las Fuerzas Armadas a no relajar las medidas de autoprotección ante atentados terroristas tras la detención en Francia de la cúpula etarra. "Hay que estar satisfechos, pero desde luego no hay que bajar la guardia porque esto no significa el fin definitivo de ETA", afirmó el ministro, quien advirtió de una posible reacción desesperada de la banda. García Vargas indicó que "siempre que se produce un atentado se extreman las medidas de protección", pero no quiso dar más detalles al respecto.El titular de Defensa llegó a ...

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El ministro de Defensa, Julián García Vargas, exhortó ayer a los miembros de las Fuerzas Armadas a no relajar las medidas de autoprotección ante atentados terroristas tras la detención en Francia de la cúpula etarra. "Hay que estar satisfechos, pero desde luego no hay que bajar la guardia porque esto no significa el fin definitivo de ETA", afirmó el ministro, quien advirtió de una posible reacción desesperada de la banda. García Vargas indicó que "siempre que se produce un atentado se extreman las medidas de protección", pero no quiso dar más detalles al respecto.El titular de Defensa llegó a primera hora de la mañana al Senado para explicar la participacion de las Fuerzas Armadas en los programas de seguridad de 1992. Antes de la sesión, expresó su "gran satisfacción" por la operación policial, su "felicitación" a los responsables de Interior y su "agradecimiento" a las autoridades francesas.

La comparecencia se vio interrumpida por una llamada de su colega de Interior, José Luis Corcuera, con quien conversó durante 10 minutos. La llamada de Corcuera era respuesta a la que García Vargas le hizo la noche anterior y que hasta entonces no había sido correspondida.

Vigilancia de objetivos

Ante la comisión de Defensa del Senado, García Vargas defendió la vigilancia de objetivos civiles por efectivos militares, con motivo de los Juegos Olímpicos, la Expo y la cumbre iberoameri¿ana. El ministro señaló que las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Seguridad, cuya organización y fines se mezclaban durante el franquismo, están hoy perfectamente separadas y que es "precisamente la consolidación de la democracia" la que permite la colaboración entre ambas.

García Vargas insistió en que los militares adscritos a misiones de vigilancia en ningún caso van a suplantar a la policía o a asumir sus competencias, lo que no es legalmente posible, sino que se limitarán a tareas de protección. En cada objetivo asignado a las Fuerzas Armadas habrá un destacamento policial al que corresponderá la identificación, detención. o entrega al juez de presuntos delincuentes.

En total, serán casi 15.000 militares (unos 1.200 oficiales, 1.500 suboficiales y 12.000 soldados) los que sucesivamente se encargarán de la vigilancia del tren de alta velocidad Madrid-Sevilla, iniciada áprincipios de marzo, y más adelante de la vía férrea Madrid-Portbou; así como de la seguridad de la frontera hispano-francesa, de la protección de objetivos en cuatro provincias andaluzas y del control del espacio aéreo y mar territorial afectados por los Juegos Olímpicos.

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Salvo excepciones, los militares sólo se desplegarán en zonas rurales y tendrán, en todos los casos, la consideración legal de centinela o fuerza armada, a los efectos de la protección y responsabilidades previstas por las leyes penales y disciplinarias castrenses.

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