La dirección de la EMT y los trabajadores abren una vía para terminar con la huelga

Los representantes de la dirección de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) y de la Plataforma Sindical se sentaron ayer ante una mesa octogonal. Nadie sabía muy bien lo que saldría de aquella genérica reunión de tanteo. Las declaraciones sindicales acerca de la readmisión de los 27 despedidos, a menudo contradictorias, no auguraban una resolución rápida. Después de dos horas, el horizonte del conflicto, que dura ya un mes, empezaba a despejarse: la empresa admite negociar el convenio con la presión de la huelga en, la calle, y la Plataforma deja los despidos en manos de Magistratura. Amba...

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Los representantes de la dirección de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) y de la Plataforma Sindical se sentaron ayer ante una mesa octogonal. Nadie sabía muy bien lo que saldría de aquella genérica reunión de tanteo. Las declaraciones sindicales acerca de la readmisión de los 27 despedidos, a menudo contradictorias, no auguraban una resolución rápida. Después de dos horas, el horizonte del conflicto, que dura ya un mes, empezaba a despejarse: la empresa admite negociar el convenio con la presión de la huelga en, la calle, y la Plataforma deja los despidos en manos de Magistratura. Ambas partes tienen prisa por firmar el convenio antes de que se produzca el fallo judicial. El pistoletazo de salida se dará el próximo martes.

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El encuentro de ayer, solicitado el lunes por la Plataforma Sindical, era el segundo mantenido entre empresa y trabajadores desde el 3 de febrero, fecha de comienzo del conflicto.La reunión comenzó a las siete de la tarde. A las nueve y veinte, Tomás Burgaleta, director gerente de la EMT, hizo su aparición. Sus primeras palabras fueron: "La reunión ha sido positiva". A continuación, explicó que los trabajadores se comprometían a suspender las actuaciones de los piquetes (dejando así implícito que la huelga continuaba) y a negociar el convenio dejando al margen los 27 despidos decretados en enero. "Eso no quiere decir que el comité renuncie a esta cuestión", añadió en tono conciliador.Las negociaciones discurrirán a "gran velocidad", en previsión de que Magistratura de Trabajo pueda fallar en contra de los trabajadores despedidos, parte de los cuales (incluido el líder de la plataforma, Pablo Rodríguez Peña) forman parte de la comisión negociadora."Una cosa o la otra"

En el local del comité de empresa, una inscripción en una pizarra presidía unos rostros sombríos: "Preferimos morir de pie que vivir de rodillas. Pero viviremos de pie". Un trabajador la borró.Pablo Rodríguez Peña explicó que habían dado preferencia al convenio sin renunciar a los despidos, que serán vistos en los tribunales por vía de urgencia, para que las negociaciones las lleven a cabo los mismos representantes sindicales elegidos en su día. "La resolución judicial puede llegar en un mes. Si se ratifican los despidos, lo que sería un triste precedente en el sindicalismo español, recurriremos".

A continuación llegaron los reproches. "Después de un mes de huelga dura hemos tenido un cerco político importante, que ha incluido al propio Gobierno", dijo Rodríguez Peña, que aludió también a un "cerco periodístico". Sobre la reacción de los trabajadores, dijo: "Este cambio de planteamiento ha sido ya discutido en asamblea". Lo cierto es que en la reunión- celebrada en las cocheras de Fuencarral a las cinco de la tarde, el clima era tenso y los oradores llamaban a seguir la lucha hasta el final"."Hemos hecho lo que debiamos hacer. Todo tiene un límite. Había que buscar una salida a lo uno o a lo otro, y no podíamos dejar el convenio colgado, porque afecta a muchos trabajadores", concluyó.

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