Los integristas argelinos, fuera de la ley

La justicia argelina decretó ayer la disolución del partido integrista Frente Islámico de Salvación (FIS). La resolución fue dictada por la presidenta de la Sala de lo Administrativo de la Audiencia de Argel, que imputa al partido integrista el haber puesto en peligro las instituciones y la seguridad del Estado por utilizar medios ¡legales, subversivos y violentos en su actividad. El FIS anunció que recurrirá el fallo, que entrará en vigor dentro de una semana, ante el Tribunal Supremo.

"El FIS ha sido disuelto", dijo la juez Ziani al leer en voz alta la sentencia ante un grupo de perio...

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La justicia argelina decretó ayer la disolución del partido integrista Frente Islámico de Salvación (FIS). La resolución fue dictada por la presidenta de la Sala de lo Administrativo de la Audiencia de Argel, que imputa al partido integrista el haber puesto en peligro las instituciones y la seguridad del Estado por utilizar medios ¡legales, subversivos y violentos en su actividad. El FIS anunció que recurrirá el fallo, que entrará en vigor dentro de una semana, ante el Tribunal Supremo.

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"El FIS ha sido disuelto", dijo la juez Ziani al leer en voz alta la sentencia ante un grupo de periodistas al que se permitió presenciar los últimos momentos de la sesión. La juez, que presidió la vista junto a otra mujer y un varón y que probablemente habría perdido el puesto de haber llegado el FIS al Gobierno, no hizo ningún considerando.El fallo se recibió en la sala con absoluto silencio, y uno de los seis abogados del FIS apenas comentó: "Es una sentencia muy dura". La agencia Reuter citó a una fuente próxima a Basai Madani, el encarcelado fundador del FIS, cuyo padre falleció ayer: "Es un gran golpe para él que el mismo día muera su padre y disuelvan su partido".La sentencia provocó inquietud y preocupación en la clase política, entre otras razones porque el propio FIS ha amenazado recientemente a las autoridades con un mañana incierto" si los tribunales hacían lo que hicieron ayer. La advertencia fue realizada en un comunicado oficial firmado por el máximo responsable de la organización, el imam Abderrzak Rayam, quien, eludiendo una orden de búsqueda y captura, dirige el aparato clandestino del partido. "Si el FIS es disuelto, daremos la palabra al pueblo, que se las ingeniará para encontrar otros medios para combatir la opresión y concretar sus reivindicaciones, concluía el mensaje.El mismo día en que la dirección del FIS profería esta amenaza, la ciudad de Constantina, al este del país, se vio convulsionada por unos graves incidentes provocados por manifestantes integristas que salieron a la calle para protestar contra la disolución de su partido. Desde las mezquitas de Constantina, considerada como una de las plazas fuertes del integrismo argelino, empezaron a emitirse órdenes de movilización, al tiempo que se leían por los altavoces versículos del Corán llamando a la guerra santa. Los incidentes fueron especialmente graves en el barrio de El Taout, donde el Ejército se vio obligado a disparar granadas de gases lacrimógenos y tiros al aire. Los disturbios, convertidos en un ensayo general de lo que puede pasar en Argelia en las próximas horas, acabaron poco después, cuando las fuerzas del Ejército se desplegaron por toda la ciudad. En esa ocasión no hubo muertos, pero en los múltiples disturbios habidos desde que en enero se suspendió el proceso electoral ha habido no menos de 50 muertos y alrededor de 300 heridos en todo el territorio nacional.

Tres millones de electores

[Militantes del FIS, reunidos anoche en, tomo a las mezquitas de los barrios integristas de Bab el Ued y Sunna, comentaron anoche a un corresponsal de France Presse que "el FIS no es un expediente que se pueda guardar en un cajón del ministerio del Interior, sino un movimiento popular auténtico y legítimo". Los integristas guardaron silencio al ser interrogados por posibles consignas recibidas y se limitaron a comentar que su partido "representa a tres millones de electores que las autoridades no podrán disolver facílmente".]

Minutos después de conocerse la disolución del FIS, el primer presidente de la república independiente argelina, Ahmed Ben Bella, declaró en Ginebra que se trata de "una mala decisión" que provocará reacciones y "aumentará el riesgo de ruptura de la sociedad argelina", aunque, en su opinión, "no colocará al país en una situación de guerra civil". La valoración de Ahmed Ben Bella tiene especial importancia por cuanto desde un primer momento ha dado su apoyo al Alto Comité de Estado y se ha mostrado dispuesto a colaborar con el presidente del directorio, Mohamed Budiaf. El anciano ex presidente argelino se ofreció recientemente como mediador entre el Gobierno y el FIS para solucionar el conflicto por la vía del diálogo, lo que hubiera evitado la disolución del partido integrista.

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El expediente de disolución del FIS empezó a tramitarse el pasado día 9 de febrero, cuando el Ministerio del Interior presentó ante los tribunales de Argel una denuncia y reclamó la ilegalizacion de la organización. Pocas horas después, la junta cívico-militar decretó el estado de excepción en Argelia por un año con el propósito de desactivar el fenómeno integrista en la sociedad y reconducir el proceso democrático del país sin la presencia del FIS. Esta medida anulaba el proyecto iniciado hace tres años por el presidente Chadli Benyedid y el primer ministro Mulud Hamruche, quienes habían apostado por "democratizar el integrismo", haciéndolo pasar por las urnas.

La disolución e ilegalización del FIS provocará una serie de decisiones en cadena que afectan al futuro de los ayuntamientos y de los gobiernos comunales, la mayor parte de los cuales se encuentran en manos de los integristas desde las elecciones locales celebradas en junio de 1990.

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