El presidente norteamericano anuncia una drástica reducción del presupuesto militar

El presidente George Bush pidió ayer a los norteamericanos una segunda oportunidad para demostrarles que sabrá dirigir a supaís en tiempos de paz con la misma firmeza y acierto con que ha dirigido el mundo en tiempos de guerra y tensión. "Si pudimos cambiar el mundo, podemos cambiar América", dijo el presidente en un discurso en el que anunció también una drástica eliminación del armamento nuclear y la reducción. en un 30% del presupuesto militar.

El informe anual sobre el estado de la Unión fue el disparo de salida de la campana para la reelección de George Bush. El presidente expuso s...

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El presidente George Bush pidió ayer a los norteamericanos una segunda oportunidad para demostrarles que sabrá dirigir a supaís en tiempos de paz con la misma firmeza y acierto con que ha dirigido el mundo en tiempos de guerra y tensión. "Si pudimos cambiar el mundo, podemos cambiar América", dijo el presidente en un discurso en el que anunció también una drástica eliminación del armamento nuclear y la reducción. en un 30% del presupuesto militar.

El informe anual sobre el estado de la Unión fue el disparo de salida de la campana para la reelección de George Bush. El presidente expuso su plan para acelerar el crecimiento económico, mejorar el nivel de vida de la clase media norteamericana y contribuir a la construcción de un mundo más seguro. Recordó a los norteamericanos el esfuerzo de todo! los que habían luchado en los campos de combate para vencer al comunismo y los animó a un nuevo esfuerzo colectivo para superar la mala situación económica.Bush trató de hacer frente al clima de pesimismo que recorre la sociedad norteamericana recordando que "por la gracia de Dios, América ganó la Guerra Fría" y ahora "es reconocido como el único y preminente poder". Al mismo tiempo reconoció ante sus compatriotas que hoy es el momento de "asegurar que América se mantiene como el líder económico del mundo".

La primera parte de su intervención estuvo dedicada a sus propuestas para la reducción de armamentos. Informó que la reducción del presupuesto de Defensa ahorrará a los norteamericanos alrededor de 50.000 millones de dólares (cinco billones de pesetas) hasta 1997, pero insistió en que esa cifra no será rebajada ya ni un sólo dólar más. "Hacer menos de eso sería ser insensible al progreso, pero hacer más sería ser ignorante de la historia", afirmó.

El presidente norteamericano admitió que el mundo se ha liberado de los peligros que lo amenazaban hasta fecha reciente, pero advirtió que eso no significa que Estados Unidos deba caer en el aislacionismo. "Mientras sea presidente", dijo, "continuaré actuando en apoyo de la libertad donde sea y cuando sea, no por arrogancia, no por altruismo, sino por la tranquilidad y seguridad de nuestros hijos".

Bush anunció que, de manera unilateral, su Gobierno ha decidido suspender la producción del bombardero B-2, una vez que estén terminadas las 20 unidades que se fabrican. Dijo que será cancelado el programa de misiles intercontinentales y que será cancelada la producción de nuevas cabezas nucleares para los misiles balísticos. Asimismo, siempre sin contar con lo que haga Rusia, dijo que se detendrá la producción de nuevos misiles Peacekeeper y que no se seguirán fabricando misiles de crucero.

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El presidente añadió que, en su reunión prevista para el próximo fin de semana en Camp David con el presidente ruso, Borís Yeltsin, ofrecerá propuestas de desarme aún más ambiciosas, aunque éstas dependerán de un acuerdo con el Gobierno heredero del potencial nuclear de la antigua Unión Soviética.

Esta propuesta incluye la eliminación de todos los misiles Peacekeeper, la transformación de los misiles Minuteman -actualmente de cabezas múltiples- a una sola carga nuclear y la eliminación de un tercio de las cabezas atómicas emplazadas en barcos y submarinos. Además, anunció la conversión de "una porción sustancial" de los bombarderos estratégicos para su uso convencional.

Hablando para los miembros del Congreso y para cerca de cien millones de espectadores que siguieron su alocución a través de la televisión, Bush dijo: "Sé que atravesamos malos tiempos, pero también sé que eso no nos detendrá. Para vencer a la economía tenemos que hacer uso del mismo coraje y sentido común que utilizamos en la Operación Tormenta del Desierto".

Para esa labor, Bush hizo una serie de propuestas dirigidas a acelerar el crecimiento, pero, quizá, no de forma tan radical como exigía la oposición demócrata. El presidente dijo que eso es lo único que puede hacer para no perjudicar la economía a largo plazo, y es lo único que va a hacer, aunque con ello ponga en peligro su reelección. "Mucho más importante que mi futuro político", declaró, es el bienestar de nuestro país".

El presidente norteamericano anunció gastos para favorecer el crecimiento que llevarán a la economía 10.000 millones de dólares extras en los próximos seis meses. Propuso una reducción del 15% en los impuestos a la inversión y otras medidas para la reducción de cargas fiscales a la clase media.

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