La autopsia al cadáver del heroinómano fallecido en Sevilla revela que el joven padecía sida terminal

La autopsia practicada al cadáver del heroinómano Antonio Rodríguez Pérez, de 28 años, fallecido el lunes en Sevilla, revela que éste padecía "sida terminal". La autopsia reveló, según las fuentes consultadas, "un empiema pleural", del que se extrajo una cantidad de pus de aproximadamente dos litros; el bazo presentaba un tamaño tres veces superior al normal y el hígado, igualmente inflamado, con múltiples hepatitis y repleto de nódulos". Fuentes policiales han señalado, que el cuerpo "no presentaba señales de violencia". Los vecinos del joven dicen que éste murió tras una paliza propinada por...

La autopsia practicada al cadáver del heroinómano Antonio Rodríguez Pérez, de 28 años, fallecido el lunes en Sevilla, revela que éste padecía "sida terminal". La autopsia reveló, según las fuentes consultadas, "un empiema pleural", del que se extrajo una cantidad de pus de aproximadamente dos litros; el bazo presentaba un tamaño tres veces superior al normal y el hígado, igualmente inflamado, con múltiples hepatitis y repleto de nódulos". Fuentes policiales han señalado, que el cuerpo "no presentaba señales de violencia". Los vecinos del joven dicen que éste murió tras una paliza propinada por dos policías.

Vecinos del asentamiento chabolista de El Vacie, donde residía el fallecido, y los padres de Antonio Rodríguez, han responsabilizado de la muerte del jóven a dos agentes de la policía, apodados Pies Grandes y El Conejo, quienes, según testigos presenciales, propinaron "una brutal paliza" al fallecido.Las fuentes consultadas apuntan, "sin descartar que el joven pudiera haber sido o no agredido", a que la aparente causa de: la muerte de Antonio Rodríguez se produjo por una parada cardiorespiratoria consecuencia del avanzado estado de deteriorio del individuo, provocado por el sida terminal que presentaba.

Pinchazo en la femoral

Estas fuentes destacan que, durante la autopsia, los forenses hallaron un pinchazo alto en la femoral, producto de una gasometría clínica -prueba consistente en la extracción de sangre arterial para comprobar la presión sanguínea- practicada al joven durante una de sus dos visitas al Hospital Universitario de Sevilla. Los forenses descubrieron que ese pinchazo, dada la degeneración de tejidos que tenía el fallecido, había provocado una fuerte hemorragia subcutánea y la inflamación y enrrojecimiento de la pierna. La fiscalía de Sevilla ha reclamado "prudencia" hasta conocer el resultado definitivo de la autopsia.