Primer acercamiento entre sindicatos y empresa para solucionar el conflicto de Hunosa

La negociación del plan de empresa de Hunosa quedó ayer desbloqueda, aunque todavía no puede hablarse de un principio de acuerdo. Los sindicatos mineros plantearon, y la empresa aceptó, la necesidad de una planificación de la compañía en tres fases hasta el año 2002 y una nueva estimación de las contrataciones. Precisamente en este punto, la empresa propuso pasar de 453 a 800 el número de contrataciones hasta finales de 1993. Las negociaciones, que culminaron pasada la medianoche, se reanudarán el lunes o martes. El Gobierno tiene previsto aprobar hoy un plan de reindustrialización para Asturi...

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La negociación del plan de empresa de Hunosa quedó ayer desbloqueda, aunque todavía no puede hablarse de un principio de acuerdo. Los sindicatos mineros plantearon, y la empresa aceptó, la necesidad de una planificación de la compañía en tres fases hasta el año 2002 y una nueva estimación de las contrataciones. Precisamente en este punto, la empresa propuso pasar de 453 a 800 el número de contrataciones hasta finales de 1993. Las negociaciones, que culminaron pasada la medianoche, se reanudarán el lunes o martes. El Gobierno tiene previsto aprobar hoy un plan de reindustrialización para Asturias.

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Aunque ni sindicatos ni empresa ocultaban ayer la dificultad intrínseca de la negociación -se considera el último y definitivo esfuerzo para alcanzar un acuerdo- ambas partes valoraron positivamente el nuevo talante negociador alcanzado.El proceso negociador en Hunosa se interrumpió de modo abrupto el 11 de diciembre pasado. Desde entonces las comarcas mineras vivieron un mes de convulsiones sociales y de alteraciones del orden público en tanto que la empresa permaneció durante este tiempo en huelga casi permanente.

El desbloqueo de las negociación y el nuevo clima de entendimiento, no exento de dificultades, han sido posibles después de las sucesivas reuniones mantenidas por los sindicatos mineros con la ejecutiva federal del PSOE, que ha tratado de mediar durante las últimas semanas ante los responsables del Ministerio de Industria.

El secretario general de SOMA-UGT, José Ángel Fernández Villa, aseguró durante un receso que "con la voluntad de la empresa para negociar, no hay duda de que se posibilitará la normalización y estabilización del futuro de Hunosa". Villa recalcó que "se puede decir que se ha iniciado otra vez el proceso de normalización y se abre el camino a la esperanza". Además, adelantó que la dirección de la empresa estatal minera ha aumentado de 453 a 800 el número de nuevas contrataciones hasta el 31 de diciembre de 1993. Por su parte, la empresa aseguró al término de la reunión que "se han sentado las bases para alcanzar un acuerdo".

Todo apunta a que, como se había barajado en los últimos días, los sindicatos mantendrán la aceptación de la oferta de prejubilaciones realizada por la companía a unos 4.500 trabajadores, lo que junto con las 1.500 bajas vegetativas suponen una merma de 6.000 empleos.

Los sindicatos pidieron ayer, y la empresa aceptó, una planificación de la empresa hasta el año 2002 en tres fases, la primera de las cuales, hasta 1993, que coincide con el horizonte del plan expuesto por el INI y la finalización de las ayudas CECA al carbón, sería de ajuste; una segunda, hasta 1996, que los sindicatos definen como de estabilidad y otra, hasta el 2002, que denominan de planificación estratégica., Piden asimismo que la empresa precise objetivos de producción, productividad e inversiones para ese periodo.

Hasta ese momento la empresa había concretado el futuro de la empresa hasta 1993 y había planteado una planificación "no rígida" hasta el 2002, condicionada al nuevo código de ayudas para la minería de carbón que deberá aprobar la Comunidad Europea para después del año 1993.

Como complemento a estas medidas, el Gobierno tiene previsto hoy aprobar un plan de reindustrialización destinado a la región asturiana.

En este plan se hace especial hincapié en la mejora de las infraestructuras en toda la cornisa cantábrica.

Por otra parte, los trabajadores mayores de 54 años afectados directamente por la reconversión del sector del acero en el País Vasco podrán acogerse a la jubilación anticipada con su salario íntegro, de acuerdo con el plan que la Administración central está dispuesta a ofrecer a las organizaciones sindicales.

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